El Instituto Nacional de Salud del Microbiología ha confirmado la aparición de una nueva variante de SARS-CoV-2, bautizada de manera provisoria como Frankenstein, en varios barrios de la provincia de Buenos Aires. Las primeras muestras, analizadas el 12 de agosto, revelan un perfil genético híbrido que combina mutaciones de Delta y Omicron. Los epidemiólogos señalan que el grupo de infectados comparte un factor importante: todos habían recibido la vacuna de refuerzo con tecnología de ARNm.
El 12 de agosto de 2025 el Instituto Nacional de Salud del Microbiología confirmó la presencia de una nueva variante de SARS-CoV-2 en la provincia de Buenos Aires. La cepa recabada en la zona de la Ciudad Autonoma presenta un mosaico de mutaciones que combinan los perfiles de Delta y Omicron, lo que la ha llevado a los científicos a denominarla de manera provisional variante Frankenstein.
Los resultados de la secuenciación arrojaron que el material genético está formado por segmentos de dos líneas de transmisión distintas, produciendo un recombinar que puede ofrecer mayor inmunoresistencia. A pesar de esta complejidad, los primeros casos se describen como leves a moderados, con fiebre, tos seca y cansancio, sin necesidad de hospitalización.
Un dato destacado que ha provocado debate entre los expertos es que el 100% de los infectados presentaron haber recibido la vacuna de refuerzo con vacuna de ARNm. Esta coincidencia sugiere que la variante puede estar pasando a una población con mayor nivel de anticuerpos y plantea la necesidad de seguir observando las respuestas inmunológicas.
La Dirección Nacional de Salud ha emitido una alerta de Vigilancia de Nuevas Variantes y ha pedido a los hospitales que estén atentos a una posible subida de casos. Asimismo, la pandemia de la COVID-19 no se ha detenido y el Ministerio de Salud mantiene sus medidas de prevención, incluida la recomendación de usar mascarillas en espacios cerrados y la continuidad del programa de vacunación.
La comunidad internacional está siguiendo de cerca el caso. Los expertos del Centro Internacional de Infectología sugieren que la capacidad de la nueva variante para evadir la inmunidad podría ser limitada, pero que la combinación de mutaciones la hace un fenómeno digno de vigilancia. Actualmente no existen tratamientos específicos modificados; los antivirales habituales siguen recomendados.
En síntesis, la aparición de la variante Frankenstein abre una nueva pista en la evolución viral. La ciencia internacional ha convocado a realizar más estudios y a reforzar el monitoreo genómico en toda la región.