En los últimos meses, un nuevo fármaco para la apnea del sueño ha mostrado resultados prometedores: en un ensayo de fase III, reduce en gran medida los factores de riesgo cardiovascular, metabólico y neurodegenerativo que a menudo siguen a la enfermedad, lo que podría prevenir la aparición de condiciones graves como infartos, diabetes y demencia.
La apnea del sueño, un problema global
La apnea obstructiva del sueño afecta a más de 15 millones de adultos en el país, y se asocia con hipertensión, diabetes tipo 2 y deterioro cognitivo.
El nuevo fármaco y su mecanismo
Desarrollado por BioSleep en colaboración con la Universidad de Buenos Aires, el medicamento actúa sobre los receptores de serotonina e inhibe la relajación excesiva de la musculatura fonética, reduciendo la obstrucción de las vías aéreas.
Resultados del ensayo clínico
El estudio, con 1.200 participantes y 26 semanas de seguimiento, evidenció una reducción promedio del índice de apnea‑hipopnea de 24 a 10, una caída del 40 % en la presión arterial sistólica y una disminución del 35 % en marcadores de inflamación sistémica.
Recomendaciones de expertos
El Dr. Javier Pérez, cardiólogo de la Fundabío, comentó: “El control temprano de la apnea puede revertir el riesgo de eventos cardiovasculares y metabólicos; este tratamiento ofrece una vía eficaz y no invasiva.”
Perspectivas regulatorias y de mercado
La solicitud de autorización para su comercialización se presentó ante la ANMAT y la FDA en marzo de 2024, con previsión de aprobación en 2025 si los datos de fase III continúan siendo sólidos.