El club merengue quedó sin la posibilidad de solicitar quiebra tras la decisión de un juez federal, lo que aumenta el riesgo de insolvencia y puede provocar su liquidación en corto plazo.
El tribunal de primera instancia de la Sección Federal de Casación, el 9 de agosto de 2025, rechazó la petición de quiebra de San Lorenzo, dejando al club expuesto a la presión de sus acreedores. La orden impide formalizar la restructuración de la deuda masiva que, según el juez, supera los mil millones de pesos argentinos. La solicitud de quiebra había sido presentada por la entidad deportiva para proteger sus activos y renegociar obligaciones con varios acreedores, incluido un grupo financiero que sostiene la deuda que asciende a más de 1.5 billones de pesos. Con la negativa, el club no puede detener la ejecución de sus créditos, lo que podría llevar a la liquidación de sus cuentas. El director general del club, Carlos Tello, expresó su preocupación y afirmó que se está buscando alternativas con la ayuda de sus patrocinadores y socios comerciales. Los aficionados y la comunidad merengue han mostrado su solidaridad en redes sociales y en las tribunas del estadio. Si San Lorenzo no logra renegociar los términos con sus acreedores dentro de los 30 días señalados por la justicia, el club podría perder su capacidad de operar en la Primera División, arriesgando la continuidad de su legado deportivo. Esta situación plantea interrogantes sobre la gestión financiera de los clubes de fútbol en Argentina y la necesidad de leyes más flexibles para el sector deportivo en momentos de crisis.