A última hora del viernes 20 de agosto de 2025, un objeto cayó y explotó en una zona agrícola al borde de la frontera polaca con Bielorrusia, levantando sospechas sobre su origen y desencadenando una intensa investigación por parte de las fuerzas armadas y la diplomacia europea.
El 20 de agosto de 2025, a las 21:30 hora local, un objeto volador cayó sobre un terreno agrícola cerca de la localidad de Włodawa, en la provincia de Lublin, a solo unos metros de la frontera con Bielorrusia. Al llegar, el objeto explotó con una fuerte explosión que dejó un cráter de más de un metro de diámetro y generó incendios en el campo.
Las autoridades polacas, tras recibir la denuncia del vecino que la había visto disparar una luz roja, activaron el protocolo de Emergencia de Materiales Explosivos. Según declaraciones del Ministro de Defensa, **Marcin Kiernan**, el incidente está en “fase inicial de investigación y se ha abierto un expediente criminal”. Se está revisando las imágenes de satélite y el reporte de radar de la unidad de vigilancia de fronteras.
La noticia generó titulares en Polonia y en la Unión Europea. Infobae reportó que el objeto podría tratarse de un dron iraní modelo **Shahed‑147** o **Shahed‑173**, conocidos por ser usados en la guerra de Irak y en el conflicto con Israel. La Agencia de Noticias DW confirmó la caída, pero no confirmó su origen.
Por otro lado, la defensa rusa publicó un comunicado en la que calificaba el objeto como “un dron propio que falló en su ruta”, acusando a Polonia de usar la explosión como pretexto para justificar una “provocación”. Este argumento se ha visto reforzado por el periódico EL PAÍS, que lo describió como una provocación militar rusa.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Polonia envió un mensaje al gobierno ruso pidiendo una investigación conmutual, mientras que las autoridades de la UE están evaluando los protocolos de cooperación en materia de misiles y drones.
Entre los datos técnicos, los expertos señalan que el objeto pesaba aproximadamente 70 kg y estaba equipado con carga útil de 45 kg, lo que sugiere que podría haber transportado materiales de alto riesgo. Se ha estimado que el disparo del dron se realizó a una altitud de 400 m, descendiendo a menos de 10 m antes de explotar.
El Gobierno polaco ha reforzado la presencia de patrullas aéreas en la zona fronteriza y ha solicitado informes de las autoridades belgas y ucranianas para determinar la zona de trayectoria.
A la hora de redactar esta noticia, no se disponía de confirmación del origen del vehículo aéreo no tripulado. Todas las fuentes indican que el gobierno polaco abre una investigación exhaustiva y que la comunidad internacional sigue de cerca las consecuencias de la explosión.