Más allá del dolor bucal, estudios recientes revelan que la gingivitis puede ser un indicio de enfermedad aterosclerótica, comprometiendo la salud del corazón.
Introducción
Alrededor del mundo la inflamación de las encías (gingivitis) sigue siendo un problema de salud pública que, según estudios recientes, va más allá del impacto directo sobre la boca. Investigaciones publicadas en revistas de alto impacto indican que la inflamación bucal puede desencadenar procesos inflamatorios sistémicos que favorecen la formación de placas en las arterias.
Investigación principal
Un meta‑análisis de 2019 que analizó más de 60 estudios concluyó que la periodontitis se asocia con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares, sobre todo infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. Por su parte, un estudio de cohorte sudamericano de 2023, con un seguimiento de 7 años, mostró que los pacientes con antecedentes de gingivitis tenían un 1,5‑veces mayor riesgo de sufrir una obstrucción arterial grave. En 2024 un ensayo clínico en pacientes con síndrome coronario agudo demostró que la intervención periodontal redujo los niveles de marcadores de inflamación sistémica, como la proteína C‑reactiva.
Mecanismos propuestos
Los expertos señalan que las bacterias productoras de toxinas, que se proliferan en las encías infladas, pueden penetrar la mucosa y llegar al torrente sanguíneo. Una vez en la sangre, activan cascadas de inflamación que contribuyen a la formación de placas ateroscleróticas y a la aceleración de su crecimiento. Además, la chronicidad de la inflamación bucal favorece la resistencia a la insulina y la dislipidemia, factores de riesgo cardiovascular.
Implicaciones clínicas
Los médicos de atención primaria y cardiólogos tienen ahora un nuevo aliado en la detección temprana de riesgo cardiovascular. Un examen periodontal sencillo en la consulta puede ofrecer pistas sobre la salud cardiovascular del paciente. Asimismo, el profesional de la salud bucal puede recomendar intervenciones de higiene oral (cepillado, hilo dental y enjuagues) y tratamientos periodontales para mitigar el riesgo sistémico.
Prevención y recomendaciones
Para las personas es clave mantener una rutina diaria de limpieza con técnica adecuada, visitas regulares al dentista y, en caso de síntomas de inflamación (encías rojas, sangrado), buscar atención. Estudios demuestran que la combinación de cuidados bucal con un estilo de vida saludable (dieta equilibrada, abandono del tabaco y actividad física regular) reduce la probabilidad de desarrollar aterosclerosis y sus consecuencias asociadas.
Conclusión
La relación entre la gingivitis y la aterosclerosis no es una coincidencia, pero sí una oportunidad para mejorar la prevención de enfermedades cardiovasculares a partir de un enfoque integral que incluya la salud bucal.