La violencia desatada entre hinchas de Independiente y la Universidad de Chile expone la ineficacia de la gestión de Axel Kicillof en materia de seguridad. Los incidentes, que dejaron daños materiales y heridos, vuelven a poner en duda la capacidad del gobierno provincial para garantizar la seguridad en eventos deportivos.
La batalla campal de Avellaneda: un nuevo fracaso de la gestión Kicillof
Los incidentes ocurridos el 24 de agosto de 2025 en la cancha de Independiente entre hinchas del club argentino y la Universidad de Chile dejaron una estela de violencia, destrucción y heridos. El gobernador Axel Kicillof culpó a la falta de acción policial, una respuesta que, para muchos, evidencia la ineficacia de su administración en materia de seguridad. La gravedad de los sucesos ha generado un fuerte debate sobre la responsabilidad del gobierno provincial en la prevención y control de estos hechos.
Más de 100 efectivos policiales estuvieron presentes en el estadio Libertadores de América, según información oficial, sin embargo, la magnitud de los disturbios desató críticas generalizadas hacia la gestión de la seguridad del evento. La falta de respuesta efectiva de las fuerzas de seguridad permitió que los enfrentamientos entre barras bravas se saldaran con daños materiales considerables en el estadio y alrededores, y varios heridos. La CONMEBOL, ente rector del fútbol sudamericano, también ha sido señalada por su supuesta falta de colaboración en la prevención de estos incidentes.
Denuncias y responsabilidades
La Universidad de Chile presentó una denuncia formal por los incidentes, exigiendo responsabilidades a las autoridades argentinas. El fiscal de la causa ha confirmado la apertura de una investigación, detallando escenas de destrucción en el estadio. Este hecho, más allá del ámbito deportivo, refleja una problemática más profunda en la gestión de la seguridad pública en la provincia de Buenos Aires.
La inacción policial y la falta de prevención de estos incidentes no sólo empañan la imagen del fútbol argentino sino que exponen las debilidades del gobierno provincial en materia de seguridad. El gobernador Kicillof, en lugar de asumir su responsabilidad, ha preferido delegar la culpa a otras instituciones. Esto genera una gran incertidumbre sobre las medidas que se tomarán para prevenir futuros incidentes.
El contexto político: una gestión cuestionada
Estos hechos se enmarcan dentro de un contexto de creciente inseguridad en Argentina. La gestión de Kicillof en la provincia de Buenos Aires ha sido cuestionada en reiteradas ocasiones por su ineficacia en el combate a la delincuencia. Este nuevo episodio de violencia vuelve a poner en jaque la capacidad de su gobierno para garantizar la seguridad de los ciudadanos.