El presidente Javier Milei llegó el 23 de agosto de 2025 a la ciudad de Rosario para un discurso ante cientos de seguidores y protestantes que exigieron cambios. Durante su intervención habló sobre las tasas de interés, criticó a ciertos responsables económicos y predijo una reducción después de las elecciones.
El día 23 de agosto de 2025, el presidente Javier Milei llegó a Rosario para dirigirse a una multitud que se encontraba dividida entre apoyo y protesta. En su discurso, Milei se centró en la subida de tasas de interés, atribuyéndola a una serie de factores que él denomina “los kukas”. En un tono combativo, calificó a algunos responsables económicos de sodomitas del capital y orcos, sin caer en polémicas sobre el escándalo de audios de Spagnuolo ni el caso ANDIS. Predijo que, tras las elecciones, las tasas tendrían una tendencia a bajar, argumentando que la política actual está provocando distorsiones en la economía.
Al mismo tiempo, los ciudadanos de Rosario mostraron una fuerte reacción. Organizaciones sociales y gremiales organizaron protestas masivas con consignas de rechazo, señalando que la población está cansada de las medidas económicas de su gobierno. La jornada se vio marcada por escenas de entusiasmo con banderas y pancartas, así como de críticas acaloradas hacia el presidente.
Esta visita ocurre también en un momento clave para la Ley de Emergencia en Discapacidad. Recordemos los hitos legislativos de la normativa:
– El 27 de julio de 2023 el Congreso aprobó la ley con un presupuesto de 6 500 000 000 pesos y estableció la cobertura de 600 000 beneficiarios.
– El 29 de julio de 2023, Milei impuso un veto sobre la ley.
– El 25 de agosto de 2023, la Corte Suprema anuló el veto, obligando al Ejecutivo a firmar y ejecutar la normativa.
Se espera que el gobierno formalice la firma de la ley en agosto de 2025, de acuerdo con planes oficiales.
El episodio en Rosario pone de relieve la tensión política y económica que atraviesa el país. Mientras Milei busca consolidar su agenda de reformas, la ciudadanía exige respuestas claras sobre la inflación y la gestión de la política fiscal. La combinación de discursos incendiarios y protestas masivas refleja un país dividido y un futuro político incierto.