En la madrugada del 21 de agosto de 2023, Andriiy Parúbi, ex presidente de la Asamblea Nacional ucraniana, fue abatido a tiros en una avenida de la capital, dejando al país y a la comunidad internacional en estado de shock. La víctima era un veterano de la oposición y símbolo de la lucha por una Ucrania libre.
El 21 de agosto de 2023, Andriiy Parúbi, ex presidente del Parlamento ucraniano, fue abatido a tiros en una avenida de Kyiv mientras caminaba. Las autoridades identifican a los atacantes como desconocidos y están en curso las investigaciones. El ataque dejó al público y al gobierno ucraniano en estado de conmoción.
Parúbi, de 42 años, había sido una figura clave en la oposición antes del conflicto con Rusia y se convirtió en símbolo de la resistencia democrática. Su muerte se produce en medio de una guerra que lleva al país a la crisis política y territorial.
La violencia no se limita al atentado. En agosto de 2025 la UE y la OTAN siguen debatiendo el envío de tropas a Ucrania. Un grupo de 32 jefes de defensa de la OTAN manifestó su apoyo a la causa ucraniana y pidió una solución pacífica y duradera con Rusia. Polonia y Hungría favorecen el envío de contingentes, mientras que España, Italia y Francia se limitan a apoyo logístico. Alemania mantiene una postura de no intervención directa, aunque participa en el apoyo económico y tecnológico.
En la madrugada del 22 de agosto de 2025, Rusia lanzó un ataque aéreo con 574 drones sobre Ucrania, provocando 14 heridos civiles en la ciudad de Sumy y daños materiales en la capital y las oficinas de la UE. Este ataque se produce días antes de la prevista reunión entre Putin y Zelenski el 25 de agosto de 2025.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que el país no enviará tropas terrestres al territorio ucraniano, pero mantiene la posibilidad de ofrecer apoyo aéreo. Además, Trump impuso una fecha límite para la reunión de Zelenski y el presidente ruso, y afirmó que el encuentro se llevará a cabo el 25 de agosto de 2025.