El Obispo platense, Alberto Bochatey, amigo cercano del Papa Francisco, compartió una divertida anécdota sobre la elección papal. Bochatey le sugirió a Bergoglio que, de ser elegido, adoptara el nombre de Agustín. La respuesta del entonces cardenal fue contundente y llena de humor. La anécdota, revelada recientemente, arroja luz sobre la personalidad del Sumo Pontífice y su relación con la Iglesia Argentina. Se suma a otras noticias recientes sobre las visitas del Papa León XIII a Argentina y las conexiones entre ambos pontífices.
El Obispo de La Plata, Alberto Bochatey, íntimo amigo del Papa Francisco, reveló una anécdota desconocida hasta el momento sobre la elección papal de 2013. Según Bochatey, antes de la votación que consagraría a Jorge Bergoglio como el nuevo Papa, le sugirió que, de ser elegido, adoptara el nombre de Agustín. La respuesta del entonces cardenal, según el relato del Obispo, fue tajante y llena de humor: “No digas macanas”.
Esta anécdota, que ha generado gran interés en los medios de comunicación, ofrece una visión más cercana y personal de Francisco. Muestra su sentido del humor y su sencillez, cualidades que lo han caracterizado a lo largo de su pontificado. La elección del nombre Francisco, en lugar de Agustín, es en sí misma un tema de debate y análisis teológico, pero la anécdota de Bochatey agrega un toque humano y anecdótico a la historia.
La noticia llega en un contexto de creciente interés sobre la vida y obra del Papa Francisco. Recientemente, se han publicado varios artículos sobre las visitas del Papa León XIII a Argentina a fines del siglo XIX, generando comparaciones interesantes entre ambos pontífices, uno de ellos argentino y el otro con lazos históricos con nuestro país. Se han destacado las similitudes y diferencias en sus pontificados, así como las circunstancias históricas que marcaron sus respectivos mandatos.
La coincidencia temporal de las visitas del Papa León XIII a Argentina con el periodo en que Jorge Bergoglio fue elegido Papa, también ha sido motivo de análisis en diversos medios. El hecho de que ambos pontífices, separados por más de un siglo, tengan conexiones con Argentina, ha generado un debate sobre la influencia de la cultura y la historia argentina en la Iglesia Católica.
En resumen, la anécdota revelada por el Obispo Bochatey es una pieza más del rompecabezas que conforma la vida y personalidad del Papa Francisco. Se suma al creciente interés público en su figura y en su legado, y ofrece una perspectiva humana e íntima de un líder religioso de alcance global. Su respuesta, lejos de ser un simple rechazo, revela un rasgo de su personalidad: la cercanía y la simpleza con la que se relaciona con sus amigos y conocidos, incluso en momentos históricos tan trascendentales.