Un colapso inesperado de uno de los funiculares más emblemáticos del centro de Lisboa se produjo en los últimos días, provocando la muerte de al menos quince personas y dejando a más de veinte heridas. Las autoridades están investigando la causa y las autoridades locales han declarado el lugar como zona de máxima prioridad.
El funicular histórico de Lisboa, que ha sido un símbolo del transporte turístico y la arquitectura del siglo XX, sufrió una caída abrupta sobre la vía de la Línea de Tranvía 27. El tren, compuesto por varias secciones de trenes de metal, se disparó sobre una sección del puente de la colgante, rompiendo la pista y cayendo al suelo. En el desastre se confirmaron a las 14:30 los boletines de la policía y de los servicios de emergencia que al menos 15 personas habían perdido la vida. Entre los fallecidos se incluyó a pasajeros de la última trenada, turistas extranjeros y locales que se desplazaban a la hora pico.
A la luz de la tragedia, los equipos de rescate llegaron en minutos, con helicópteros y equipos de búsqueda y rescate que trabajaron en condiciones de poca luz y ruidos de motor. Más de 20 heridos, de los cuales 12 fueron trasladados de inmediato al Hospital Nacional de Lisboa y 8 a hospitales regionales para cirugía y tratamiento de trauma.
Los funcionarios de la Policía Nacional de España han declarado “caso fortuito de gran magnitud” y se ha abierto una investigación con la participación de la Agencia Nacional de Investigaciones de Tránsito (ANIT) y la Corporación de Transporte Público de Lisboa (CTP). Se recabó testimonios de personas que vivían en la zona, así como grabaciones de cámaras de seguridad.
Según la información proporcionada por la CTP, el tren había mantenido una velocidad de aproximado 75 km/h cuando la señal de freno se activó inesperadamente. Los ingenieros han identificado un posible fallo en el sistema de freno de la sección superior del funicular, lo cual se confirmó como la principal causa del derramete.
El gobierno de Portugal ha enviado un comunicado de pesar y ha prometido reforzar la inspección de seguridad en los sistemas de transporte urbano. Se ha ordenado la parada de la línea de Tranvía 27 para realizar una inspección completa de las infraestructuras.
La comunidad internacional ha expresado conmoción ante el hecho y ha resaltado la importancia de asegurar la seguridad de los transporte público y las estructuras antiguas en las ciudades del mundo.