Una serie de estudios recientes muestra que varios edulcorantes artificiales pueden acelerar el deterioro cognitivo, incluso en personas menores de 60 años, mientras que otros, como la stevia, parecen ser más seguros para la memoria.
Edulcorantes y la salud cerebral
Recientes investigaciones revelan que ciertos sustitutos del azúcar, ampliamente utilizados como alternativas al azúcar refinado, podrían estar acelerando la pérdida de función cognitiva, incluso en adultos jóvenes.
Estudio internacional de 2023
Un equipo de neurocientíficos analizó siete edulcorantes comunes: sucralosa, aspartame, stevia, saccharina, acesulfame‑K, sucanato y sacarosa vegetal. Cuatro de ellos se asociaron con deterioro en pruebas de memoria y velocidad de procesamiento. Solo la stevia no produjo efectos negativos en las tareas de memoria.
Impacto en menores de 60 años
La investigación publicada en 2023 mostró que adultos jóvenes consumiendo altos niveles de sucralosa y aspartame presentan un mayor riesgo de deterioro cognitivo precoz, con mayor frecuencia en tareas de atención y aprendizaje.
Efectos a largo plazo
Los estudios de larga duración revelan que la exposición continuada a estos edulcorantes puede provocar cambios estructurales en el cerebro, como reducción de la densidad de materia gris en regiones asociadas a la memoria y la planificación.
Perspectiva de los expertos
Los neuropsicólogos advierten que aunque el azúcar refinado sigue siendo la principal preocupación, los edulcorantes artificiales no están exentos de efectos adversos. Se recomienda moderar su consumo y optar por alternativas naturales cuando sea posible.
Recomendaciones de salud pública
La Organización Mundial de la Salud sugiere limitar el consumo total de azúcares libres a menos del 10 % del aporte calórico diario. En este contexto, la mayoría de los edulcorantes deben considerarse complementos, no reemplazos, del objetivo de reducir la ingesta de calorías vacías.