El 22 de agosto de 2025, Rusia desplegó 574 drones sobre Ucrania, impactando por primera vez la sede del gobierno en Kiev y dejando 14 civiles heridos en Sumy tras un ataque nocturno previo. Este episodio subraya una escalada inesperada mientras la crisis se intensifica, con una reunión prevista entre Putin y Zelenski el 25 de agosto.
El 22 de agosto de 2025, las fuerzas rusas lanzaron 574 drones sobre Ucrania, con el objetivo de bombardear las instalaciones del Gabinete en Kiev. Este es el primer ataque que acierta en una edificación gubernamental del país, marcando un nuevo y peligroso escalón en la ya prolongada guerra.
Al mismo tiempo, en la ciudad de Sumy, un ataque nocturno previo dejó a 14 civiles heridos, poniendo de relieve la creciente amenaza a la población civil y la intensificación de los bombardeos rusos más allá de las zonas fronterizas.
El día anterior, el 21 de agosto, la política europea se movilizó con un debate sobre el envío de tropas a Ucrania, respaldado por 32 jefes de defensa de la OTAN. Polonia y Hungría mostraron apoyo a contingentes militares, mientras España, Italia y Francia ofrecieron ayuda logística; Alemania, por su parte, mantuvo una postura de no intervención directa.
El 23 de agosto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, trazó una línea divisoria: impuso una fecha límite y declaraba que Estados Unidos no enviaría tropas terrestres a Ucrania, limitando su contribución al apoyo aéreo.
Finalmente, el 25 de agosto está prevista una reunión crucial entre los jefes de Estado Putin y Zelenski, cuya agenda y posibles acuerdos se esperan con gran expectación internacional.