El 2 de septiembre el gobierno intervino en el mercado cambiario, haciendo que el dólar oficial se mantuviera cerca de los 1,335 pesos, muy por debajo del techo de la banda que ronda el 1,350. La medida, respaldada por el FMI, busca controlar la volatilidad mientras se aproxima la última ronda de elecciones que podría alterar la trayectoria económica del país.
Contexto y la intervención del 2 de septiembre
El presidente Javier Milei convocó una intervención cambiaria que redujo la cotización del dólar oficial a 1,335 pesos frente a su nivel de apertura del mismo día en 1,345 pesos. Esta acción, que contó con la aprobación del FMI bajo condiciones de transparencia y reformas estructurales, impidió que el dólar oficial tocara el techo de la banda de 1,350 pesos y mantuvo la diferencia con el dólar paralelo en un sólido 10 pesos.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) mantuvo la tasa de referencia en 44 % y el encaje mínimo en 18 %, dos indicadores clave que acompañaron la intervención y que se mantuvieron estables en las últimas semanas. Al mismo tiempo, el BCRA redujo el encaje de depósitos en pesos del 15 % al 18 % el 20 de agosto, un ajuste que dio un empuje inicial a la cotización.
Impacto en los mercados locales y la reacción internacional
La caída de 11 pesos en el dólar oficial provocó una fuerte reacción en los mercados locales: la acción de algunas empresas se debilitó, mientras que los bonos emitidos en dólares experimentaron una caída de hasta 15 % en los primeros días del revés electoral. A nivel internacional, Wall Street mostró un ligero desinterés por la política cambiaria del gobierno, lo que influyó en la cotización de los activos argentinos en los mercados de valores.
Los tres riesgos económicos hasta octubre
- Inflación. A pesar de la estabilización del tipo de cambio, la inflación se mantiene a nivel de 5.3 % en el mes de febrero y se proyecta que siga en la parte alta del rango medio del 2025.
- Volatilidad cambiaria. La intervención ha frenado la rápida escalada del dólar paralelo, pero la brecha con el oficial sigue siendo un riesgo frente a posibles eventos de fuerza mayor o a la dinámica electoral.
- Desorden fiscal y deuda. La renovación de deuda en pesos al 100 % y el financiamiento de 8 billones de pesos presentan un riesgo de déficit si no se mantiene el control de la emisión monetaria y se persiste la caída de la actividad productiva.
Perspectivas a la vista de las elecciones municipales
La próxima ronda de elecciones municipales del 7 de septiembre, con 130 bancas y una mayoría del Partido Justicialista en varias provincias, puede aumentar la incertidumbre política y fiscal. Los analistas advierten que una consolidación electoral del gobierno podría fortalecer la confianza del mercado y bajar la volatilidad del dólar paralelo, mientras que una derrota podría impulsar una mayor presión sobre el tipo de cambio y los precios internos.