El 9 de septiembre, un ataque israelí sobre Doha desató condenas internacionales, mientras las negociaciones de alto el fuego que Hamas aceptó el 20 de agosto culminan con la aprobación de Israel de un plan de ocupación de la Ciudad de Gaza. Con 60 000 reservistas movilizados y la ONU declarando hambruna, la región se enfrenta a una nueva ronda de crisis humanitaria y militar.
Escalada en Oriente Medio
El 9 de septiembre a las 08:30 hora local, fuerzas de Israel lanzaron un ataque aéreo sobre Doha, capital de Qatar. Los drones sobrevolaron el centro de la ciudad, alcanzando el edificio hotel al que se dirigían y provocando la muerte de cinco personas y el fallecimiento de tres otros civiles. El ataque recibía el calificativo de “incidente desafortunado” por parte de los Estados Unidos, liderados en la zona por la embajadora Jane Doe.
Decisiones de Israel sobre Gaza
El 20 de agosto, el gobierno israelí aprobó un plan de ocupación para la Ciudad de Gaza, con la movilización de 60 000 reservistas y la expectativa de iniciar operaciones a partir del 27 de agosto. Ese mismo día la Asamblea General de la ONU declaró “hambruna” en la región, tras la escasez de alimentos y agua. A las 22:00 de ese día Israel ordenó la evacuación de todo el personal médico y humanitario que operaba dentro de la zona.
Aceptación del alto el fuego por Hamas
El mismo 20 de agosto Hamas aceptó la propuesta de alto el fuego presentada por las potencias internacionales, poniendo fin a las hostilidades que empezaron el 7 de octubre de 2023. A pesar de ello, Israel no emitió respuesta oficial y mantuvo su postura de que la zona debe desarreglarse si Hamas no cede.
Reacción internacional y mediación
Qatar solicitó una acción rápida y las negociaciones cuentan con mediadores egipcios y de Qatar, quienes están a la espera para mediar en el conflicto. La ONU y los países árabes expresaron su condena frente al ataque en Doha, calificándolo de “una agresión que elimina cualquier esperanza” de negociaciones de rehenes.
Impacto humanitario
Según cifras de 2023, la guerra ha causado la muerte de 30 000 civiles y desplazado a 15 000 personas en la zona. La operación planeada y las evacuaciones generan una nueva crisis humanitaria, de la cual la comunidad internacional está alerta.