Tras la caída y explosión de un dron ruso de 70 kg sobre Lublin el 20 agosto y el reciente ataque de 574 drones contra Ucrania, Francia anunció la entrega de tres cazas Rafale a la zona del Este europeo, reforzando la presencia de la OTAN y respondiendo a las crecientes tensiones en la región.
El 20 de agosto de 2025 un dron de 70 kg cayó y explotó cerca de Lublin, en la frontera con Bielorrusia, marcando el primer incidente directo de tecnología rusa contra territorio polaco.
Dos días después, el 22 de agosto, Moscú lanzó una ofensiva masiva que incluyó 574 drones sobre Ucrania; esta operación dejó muertos, heridos civiles y daños materiales en la ciudad de Sumy, donde 14 personas resultaron heridas.
El 21 de agosto, la OTAN convocó a 32 jefes de defensa de sus estados miembros para debatir el envío de tropas a Ucrania, con Polonia y Hungría apoyando contingentes, mientras España, Italia y Francia ofrecieron ayuda logística y Alemania mantuvo una postura de no intervención directa.
En el marco de esa reunión, la Secretaría de Defensa francesa anunció la entrega de tres cazas Rafale de su flota aérea a la zona del Este europeo. El objetivo es fortalecer la cobertura de defensa aérea conjunta y aumentar la capacidad de respuesta ante futuras intrusiones.
La decisión llega justo cuando el presidente estadounidense Donald Trump declaró el 23 de agosto que EE UU no enviará tropas terrestres a Ucrania, y la próxima reunión prevista el 25 de agosto entre el jefe ruso y el presidente ucraniano se alinea con el esfuerzo de la OTAN por coordinar una respuesta unificada.
En paralelo, Zelensky ha pospuesto una cumbre con garantías insuficientes, mientras la comunidad internacional sigue vigilando la situación. Francia y otros aliados de la OTAN se preparan para intensificar sus operaciones en la región y demostrar una postura de defensa colectiva.