El Gobierno anunció hoy un ajuste de 170.000 millones en las asignaciones públicas, afectando tanto a las universidades como a las provincias. El recorte se produce tras una intensa semana de debate en el Congreso y constituye parte de una estrategia fiscal que busca equilibrar el presupuesto nacional. Con esta medida, se busca garantizar la sostenibilidad de los servicios públicos.
Durante la última fase del Congreso, el Gobierno federal anunció una reducción de 170.000 millones en el presupuesto destinado a las universidades y a las provincias. La medida afecta a los programas de becas, investigación y desarrollo, así como a los fondos de infraestructura universitaria. Las provincias, por su parte, verán una caída en sus asignaciones de 30.000 millones, reduciendo el financiamiento para proyectos regionales. Esta acción forma parte de un reajuste presupuestario que sumó la eliminación de 500.000 millones del presupuesto ordinario en 2025, con un impacto significativo en la educación. En las sesiones previas, el Gobierno redujo las transferencias a las universidades en varios episodios, superando ya el 10% del presupuesto de 2025. Los comentarios de analistas destacan que el recorte en la financiación universitaria puede afectar la calidad de la investigación y la educación superior, mientras que las provincias deben replantear su planificación fiscal para no comprometer servicios esenciales. El Gobierno reafirmó su compromiso de revisar el gasto público en futuras sesiones de la legislatura y buscar soluciones sostenibles que no perjudiquen el desarrollo socioeconómico del país.