En la madrugada del 23 de septiembre de 2025, drones de gran tamaño bombardearon el aeropuerto de Copenhague, provocando la desviación de más de 30 vuelos y generando pánico entre pilotos y pasajeros. El incidente, que fue registrado por sistemas de radar y cámaras de seguridad, ha desatado sospechas de una operación de origen ruso y provocó el cierre temporal de aeropuertos en Dinamarca y Noruega.
Incidente de drones sobre el aeropuerto de Copenhague
El día 23 septiembre 2025, sistemas de radar detectaron tres objetos voladores no identificados sobre la pista principal del aeropuerto de Copenhague. Los drones, de un tamaño considerable, se mantuvieron en la zona durante más de 15 minutos antes de ascender a gran altura. El control de tráfico aéreo se activó y los pilotos solicitaron una ruta alternativa para sus vuelos de salida y llegada.
Impacto en la aviación y cierres de aeropuertos
El incidente provocó la desviación de 32 vuelos programados y generó un cierre de servicio por aproximadamente cinco horas en el aeropuerto. Asimismo, autoridades diarias en Dinamarca ordenaron la suspensión de operaciones en los aeropuertos de Copenhague y Aalborg. En Noruega, el aeropuerto de Oslo y el de Bergen también se mostraron cerrados temporalmente mientras se investigaba la presencia de drones en el espacio aéreo nacional.
Respuesta de autoridades y medidas adoptadas
El Ministerio de Defensa de Dinamarca anunció una investigación conjunta con la policía y el ejército para identificar el origen y los responsables de los drones. En el mismo día, el gobierno expresó que no tomó la medida de derribar los drones para evitar riesgos de colisión con aeronaves en vuelo. Por su parte, las agencias de seguridad de ambos países trabajaron en la reconstrucción de las trazas de vuelo y la activación de sistemas de defensa aérea.
Sospechas y análisis internacional
Desde el primer momento, expertos en seguridad cibernética y caza de drones señalaron patrones en las rutas y características técnicas que coincidían con tecnología recientemente documentada en Rusia. Se especuló que la acción podría tener motivaciones de prueba de alcance o amenaza psicológica, aunque todavía no se confirmaron datos sobre la procedencia de los dispositivos. Las comunidades internacionales de aviación, incluida la Organización de Aviación Civil Internacional, están siguiendo de cerca los desarrollos para adaptar los protocolos de respuesta.