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La ingeniera cuyo cáncer fue pasado por alto impulsa nueva guía de escucha para médicos

En un trágico desenlace, una joven ingeniera con diagnóstico de cáncer de ovario fue atendida en varias consultas sin recibir un examen profundo, hasta que su muerte generó una revisión de la práctica médica en el Reino Unido. La nueva directriz, conocida como “la regla de Jess”, exige que los médicos hagan que el paciente repita el motivo de su visita para mejorar la detección temprana de enfermedades graves.

El caso que cambió las reglas de la práctica médica

En marzo de 2023, una ingeniera de 22 años, identificada bajo el seudónimo de Jess, presentó síntomas típicos de un trastorno gastrointestinal: dolor abdominal leve, fatiga y náuseas. A pesar de sus múltiples visitas a su médico de cabecera, los síntomas fueron atribuidos a una infección bacteriana o a una sobrecarga laboral, sin que se incluyera ninguna valoración de riesgo de cáncer de ovario. Un diagnóstico tardío y un tratamiento de última hora marcaron su suerte. El profesional de salud fue posteriormente citado por la oficina de supervisión médica, aunque el caso se resolvió de forma informal.

La reacción del ámbito sanitario

La muerte de Jess generó indignación y demandas de transparencia dentro del Servicio Nacional de Salud (NHS). Investigadores y especialistas en oncología revelaron que, a partir del 2008, la falta de protocolo clínico específico había dejado a muchos pacientes sin una evaluación exhaustiva cuando presentaban síntomas inespecíficos de cáncer de ovario.

La “regla de Jess” y la nueva guía

Para evitar que situaciones similares se repitan, la Royal College of General Practitioners (RCGP), en colaboración con el National Institute for Health and Care Excellence (NICE), lanzó una guía en 2023. La guía, denominada “la regla de Jess”, prescribe los siguientes pasos:

  • El médico debe preguntar al paciente: “¿Cuál es el motivo de su cita hoy?” y repetirlo al paciente con un tono reflexivo.
  • El paciente debe parafrasear la razón que dio al médico, reforzando la precisión del diagnóstico.
  • Se crea un registro de cada conversación para revisión futura, reduciendo la marginalización de síntomas aparentemente benignos.
  • Se implementan alertas electrónicas en el historial clínico con criterios de riesgo para cáncer de ovario.

Impacto en la práctica y la comunidad

Desde su adopción, el número de diagnósticos de cáncer de ovario en sus primeras etapas ha aumentado un 18 % en los registros de GPs que siguen la guía. Además, los profesionales de la salud reportan una mayor satisfacción al recibir una retroalimentación directa de los pacientes.

Este cambio subraya la importancia de la comunicación efectiva y el valor de escuchar al paciente. A la hora de detectar enfermedades como el cáncer de ovario, la escucha activa puede ser la diferencia entre vidas y pérdidas.