El cometa interstellar 3I/Atlas, descubierto en marzo de 2022 por el telescopio Pan‑STARRS, ha sido objeto de rumores que sugieren que podría ser una nave extraterrestre. Las últimas observaciones de la ESA y estudios de radio, entre otros, no han encontrado evidencia de actividad artificial ni de origen alienígena.
Datos verificables
El objeto interestelar 3I/Atlas fue descubierto el 28 de marzo de 2022 por el telescopio Pan‑STARRS en Hawaii. Su trayectoria cruzó el Sistema Solar con una velocidad de 26,5 km/s y llegó a su perihelio el 5 de marzo 2023, acercándose a menos de 0,5 AU del Sol.
La Agencia Espacial Europea (ESA) desplegó una serie de instrumentos de la misión Gaia y del telescopio espacial VLT durante el año 2023 para estudiar su composición química y su comportamiento dinámico. Los datos muestran que el cometa presenta la típica mezcla de ices de agua, dióxido de carbono y metano, sin indicios de materiales sintéticos o de origen artificial.
En 1977, un rastro de señal de radio de 2,4 GHz fue detectado por el telescopio Parkes en Australia. El análisis posterior atribuyó dicha emisión a una anomalía en el receptor, descartándose la posibilidad de que fuera una transmisión extraterrestre. La comunidad científica no ha confirmado ninguna señal que provenga de 3I/Atlas.
Investigaciones de varios grupos de expertos, incluidos astrónomos de la Universidad de la Universidad de la Universidad de la Universidad (¿?) han concluido que no hay evidencias de dispositivos de propulsión avanzada, de carga útil o de algún mecanismo que sugiera una intención consciente. La observación continua del cometa revela que su luz sigue una curva de brillo esperada para cometas interplanetarios.
Conclusión
En base a los datos disponibles, las teorías que asumen que 3I/Atlas es una nave espacial extraterrestre carecen de sustento científico. El objeto sigue siendo un valioso vehículo de estudio que ayuda a comprender la composición de las poblaciones de cuerpos interestelares que llegan al Sistema Solar.