Un extraordinario hallazgo en Dorset, Inglaterra, presenta una nueva especie de reptil marino prehistórico. Con una edad estimada de 190 millones de años, el famoso ‘dragón espada’ aporta pistas cruciales para comprender la evolución de los ictiosaurios y su aparición temprana en el Jurásico.
En los últimos meses, paleontólogos británicos han descubierto una especie inédita de ictiosaurio en las dunas de la Isla de Purbeck, en Dorset. El esqueleto, que representa el 90 % de su estructura, fue encontrado por un coleccionista de fósiles y enviado a la Universidad de Exeter para su análisis.
La nueva especie, titulada dragón espada, se distingue por un hocico largo y afilado que recuerda a una espada, una característica que permite a los expertos inferir su modo de caza y su posición ecológica. Además, las vértebras y las aletas revelan una combinación de rasgos ancestrales y derivados, lo que sugiere que el dragón espada ocupa un punto clave entre los ictiosaurios primitivos y los que aparecieron más tarde en el Jurásico.
El hallazgo, publicado en una revista de paleontología en 2024, ayuda a cerrar una brecha de casi 30 millones de años en el registro fósil de estos reptiles marinos y aporta datos esenciales sobre la dispersión y adaptación de la fauna marina de esa época. Los investigadores esperan que la descripción de este reptil pueda abrir nuevas líneas de estudio sobre la evolución de los ictiosaurios y su relación con otros vertebrados marinos.
El descubrimiento no solo destaca la riqueza fósil de Dorset, sino que también refuerza la importancia de las comunidades de coleccionistas y las colaboraciones internacionales para desentrañar la historia de la vida en la Tierra.