En una jugada que parece sacada de un guion de teatro político, la Cámara Nacional Electoral negó la solicitud de reimpresión de las boletas bonaerenses para incluir al diputado Diego Santilli. La decisión, tomada el 12 de octubre de 2025, sostiene la foto de Carlos Espert en el tornillo electoral, provocando reacciones en torno a la legitimidad y el juego de las listas.
El 12 de octubre de 2025 la Cámara Nacional Electoral publicó la Resolución 12/2025, en la cual declara que la solicitud de el diputado Diego Santilli de reimprimir las boletas del Circuito Electoral 3 del Gran Buenos Aires para incluir su fotografía queda rechazada. La razón citada es el incumplimiento de los plazos establecidos por el Código Electoral y el riesgo de invalidar la papeleta ante la imposibilidad de ajustar el número de fichas válidas dentro del periodo electoral. La decisión mantiene la fotografía de Carlos Espert, candidato de la oposición La Libertad Avanza, en el tornillo electoral. Según el organismo, Espert ya figura en el registro de candidatos de la lista nacional y su presencia no altera la contabilidad de la boleta. Santilli, quien nació en la zona de Morón y encabezó el Honorable Club de Morón, presentó la petición el 30 de septiembre, poco antes de la fecha límite de 10 días antes de la fecha de votación. La CNE destaca que, con la llegada de las elecciones el 10 de octubre, cualquier modificación posterior implica un proceso formal de remisión y revisión que no se encuentra posible en el plazo restante. La comunidad política reaccionó con rapidez: el secretario general de La Libertad Avanza calificó la decisión como técnica y mantuvo la estrategia de campaña sin la foto de Santilli. Por su parte, el propio Santilli comunicó en sus redes sociales que la bolsa electoral seguirá adelante sin su rostro, pero con la promesa de que su mensaje llegará a la votación de todas maneras. El voto de los habitantes del Gran Buenos Aires se decide el 10 de octubre, en un contexto donde la logística de las boletas sigue siendo un tema de debate y la presencia de los candidatos en la papeleta se vuelve tal vez más simbólica que alguna vez.