En la última ronda de cibercafés corporativos, los empresarios no han dejado de debatir el futuro del dólar, la economía del metro cuadrado y las posibilidades de una explosión monetaria. Mientras algunos temen un rescatador inesperado de la inflación, otros se aferran a la confianza del mercado. Los informes de Morgan Stanley, Clarín, Ámbito y Cadena 3 han añadido pizarra y humo a la conversación.
Los ejecutivos de la gran corporación del petróleo, los inversores en bienes raíces y los dueños de franquicias de pizza siguen conversando en corredores y pasillos de oficinas como si el futuro del dólar fuera la última novela romántica. En las últimas semanas, La Nación, Página 12, Ámbito y Clarín han publicado reportes que, sin pretender ser médiums financieros, advierten que el tipo de cambio argentino podría dispararse tras la próxima elección general. Morgan Stanley, que históricamente no suele dejarse ni una cifra concreta por la vista, indica que la volatilidad podría incrementar y que el dólar podría subir en escalones que recuerdan a la montaña rusa de los precios de la vivienda.
Los periodistas de Cadena 3 comentan que la magnitud de la inflación y el precio constante de la vivienda —medido en el “metro cuadrado” que parece ser el indicador oficial del progreso— generan incertidumbre entre los inversionistas que, según algunos, podrían recibir alguna “impulso” de apoyo directo de figuras internacionales como Donald Trump, aunque las fuentes indican que su respaldo sería más bien simbólico. Los análisis de los principales medios revelan que la expectativa del mercado es un escenario de tres posibilidades: una estabilización moderada, un repunte inesperado o una caída inesperada de la moneda local.
Aunque los empresarios se toman la jornada con ligereza, cada vez que alguien suelta la palabra “dólar”, la oficina entero se llena de un silencio tenso que recuerda la emoción del día del sorteo de la lotería nacional.