En una reunión inesperada celebrada el 16 de octubre de 2025, el expresidente Donald Trump y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski dialogaron sobre la finalización del conflicto sin incluir los codiciados misiles Tomahawk, señalando una nueva estrategia diplomática liderada por EE. UU.
Encuentro clave entre Trump y Zelenski
El 16 de octubre de 2025, Donald Trump, quien lidera el Partido Republicano de cara a las próximas elecciones, sostuvo una reunión presencial con Volodímir Zelenski en Washington D.C. El encuentro, transmitido en vivo por varios medios internacionales, estuvo centrado en buscar vías para terminar la guerra en Ucrania sin recurrir a la entrega de misiles de crucero Tomahawk.
Posición firme sobre los Tomahawks
Durante la conversación, Trump dejó clara su postura: EE. UU. no suministrará los misiles Tomahawk a Ucrania. Según fuentes oficiales, los Tomahawks, con un costo aproximado de 1,8 millones de dólares cada uno, fueron solicitados por Kiev como parte de un paquete de ayuda militar, pero el expresidente los descartó por considerarlos “excesivamente escalatorios”.
Una nueva ruta diplomática
Trump propuso que la solución del conflicto pase por una serie de negociaciones directas entre EE. UU. y Rusia, con la participación de la comunidad internacional. En sus palabras, “Estados Unidos quiere un acuerdo que ponga fin a la violencia, sin aumentar la capacidad ofensiva de Ucrania”. Zelenski, por su parte, manifestó que “Estados Unidos no busca una escalada” y agradeció la disposición a buscar alternativas de paz.
Reacción internacional
La comunidad global mostró una mezcla de cautela y esperanza. Analistas de política exterior destacan que la ausencia de Tomahawks podría reducir la presión sobre Moscú, pero advierten que Ucrania sigue necesitando apoyo en defensa aérea y logística. Organizaciones como la OTAN reiteraron su compromiso con la soberanía ucraniana, subrayando que la estrategia militar seguirá adaptándose a la evolución del conflicto.
Contexto y antecedentes
Desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, Ucrania ha recibido más de 50 mil millones de dólares en asistencia militar de EE. UU., incluidas armas de largo alcance y sistemas antiaéreos. La solicitud de Tomahawks surgió a mediados de 2024, generando debates internos en Washington sobre el riesgo de una mayor escalada.