En una nueva ronda de indagaciones, los exdirectivos Sotacuro e Ibáñez desmintieron su participación en el triple feminicidio conocido como “El Bola”, mientras una detenida reveló llamadas a la familia de una víctima durante la tortura. Además, se descubrió un grupo de WhatsApp usado para vender drogas y desconectar a los agresores del caso.
Los testimonios de SotoCuro e Ibáñez
En la última audiencia judicial, los expresados funcionarios Sotacuro e Ibáñez ofrecieron aclaraciones sobre su presunta vinculación al triple feminicidio ocurrido en Florencio Varela. Ambos negaron rotundamente cualquier participación directa o indirecta en los crímenes y señalaron que sus declaraciones anteriores fueron malinterpretadas por los medios.
Detenida relata agresiones telefónicas
Una de las personas detenidas en el caso declaró que los agresores realizaron llamadas a la familia de una de las víctimas mientras la mantenían atada y torturaban. La testimonio, recogido por Infobae, aporta un nuevo elemento de violencia psicológica al proceso de investigación.
WhatsApp como herramienta de desvío
Según un reporte de La Nación, los investigadores identificaron un grupo de WhatsApp utilizado para la venta de drogas y como medio para desvincular a los responsables del feminicidio de las actividades delictivas. El grupo, cuyo nombre no se reveló, habría servido para coordinar entregas y ocultar la autoría del triple crimen.
Víctima filmada durante la tortura
Clarin.com difundió la impactante declaración de una detenida que aseguró haber filmado a Brenda, una de las víctimas, mientras era torturada. El material audiovisual se encuentra bajo custodia judicial y será analizado como evidencia.
Celeste González Guerrero rechaza el careo
La Voz del Interior informó que la acusada Celeste González Guerrero se negó a participar en un careo con los imputados, argumentando que dicho procedimiento vulneraría sus derechos y que su defensa continuará por la vía legal correspondiente.
Contexto del caso
El triple feminicidio, ocurrido en Florencio Varela, ha generado una fuerte reacción social y mediática en la provincia de Buenos Aires. Las autoridades continúan recabando pruebas y testimonios para esclarecer la cadena de mando de los agresores y la posible participación de organizaciones criminales en la logística del delito.