Cientos de ciudades estadounidenses fueron escenario de concentraciones ciudadanas que reunieron a cientos de miles de personas para rechazar lo que consideran tendencias autoritarias del expresidente Donald Trump, bajo los consignas “No Kings” y “No a los reyes”.
Un reclamo nacional contra la posible vuelta al autoritarismo
El 18 de octubre de 2025 se vivió una jornada histórica en Estados Unidos: manifestaciones simultáneas en más de 200 ciudades, desde Nueva York y Los Ángeles hasta pequeñas comunidades del medio oeste, congregaron a estimados 300.000 personas. Los participantes marcharon bajo pancartas que decían “No Kings”, “No a los reyes” y “Defendamos la democracia”.
Motivaciones y contexto político
Las protestas fueron una reacción directa a una serie de declaraciones y acciones de Donald Trump, quien en los últimos días insinuó la posibilidad de postularse nuevamente y criticó duramente al Congreso y a la Corte Suprema, llamándolos “cortes de reyes”. Además, su reciente campaña de intimidación contra organizaciones de derechos civiles, como la ACLU, avivó los temores de una deriva autoritaria.
Organizadores y participación ciudadana
El movimiento estuvo encabezado por coaliciones de grupos progresistas, entre ellos MoveOn, la ACLU, Indivisible y sindicatos laborales. La activista Laura Martínez, portavoz de Women’s March USA, declaró: “Esta es una defensa de la democracia, no una protesta contra un partido”. En ciudades como Chicago y Miami, la seguridad fue reforzada sin incidentes graves, y la policía facilitó la libre expresión.
Reacción del gobierno y de Trump
El presidente interino, Kamala Harris, señaló que “el derecho a protestar es fundamental” y pidió a Trump que “respete las instituciones democráticas”. Por su parte, Trump respondió en una entrevista en Fox News, calificando a los manifestantes de “enemigos de la libertad” y prometiendo “luchar contra cualquier intento de silenciar a los patriotas”.
Impacto y perspectivas
Analistas políticos consideran que la magnitud de la movilización podría influir en la agenda electoral de 2026 y presionar a los legisladores a aprobar reformas que fortalezcan la transparencia y los controles de poder ejecutivo. Mientras tanto, la frase “No Kings” se ha convertido en un eslogan viral en redes sociales, con más de 2 millones de menciones en Twitter en las primeras 24 horas.