Nutricionistas recomiendan incluir en la dieta espinaca, brócoli, col rizada y guisantes congelados, ricos en potasio, magnesio y fibra, para ayudar a mantener la presión arterial bajo control sin perder la comodidad de los alimentos de larga conservación.
Por qué las verduras congeladas son una opción inteligente
Los alimentos congelados conservan gran parte de sus nutrientes al ser procesados rápidamente después de la cosecha. Esto permite disfrutar de verduras frescas durante todo el año, sin añadir sodio ni azúcares añadidos, factores que pueden elevar la presión arterial.
1. Espinaca
La espinaca congelada aporta más de 500 mg de potasio por cada 100 g, un mineral clave para equilibrar los niveles de sodio y relajar los vasos sanguíneos. Además, contiene magnesio y fibra dietética que favorecen la salud cardiovascular.
2. Brócoli
El brócoli es rico en compuestos llamados sulforafanos, que pueden mejorar la función de los vasos y reducir la inflamación. Cada porción de 100 g brinda alrededor de 300 mg de potasio y una buena dosis de calcio.
3. Col rizada (kale)
La col rizada congelada destaca por su contenido de potasio (aprox. 450 mg por 100 g) y antioxidantes como la vitamina C y el betacaroteno. Su fibra ayuda a mantener la presión arterial estable.
4. Guisantes verdes
Los guisantes son una fuente natural de fibra y proteínas vegetales, proporcionando unos 400 mg de potasio por cada 100 g. Su bajo índice glucémico los hace ideales para una alimentación equilibrada.
Consejos para su consumo
Para maximizar sus beneficios, cocina al vapor o saltea ligeramente sin añadir sal. Combínalos con granos integrales o legumbres para una comida completa que favorezca la salud del corazón.