El gobierno colombiano ha solicitado formalmente a su embajador en Washington que rinda cuentas tras percibir una amenaza de invasión por parte de Estados Unidos. La medida, anunciada el 18 de octubre de 2025, se produce en medio de una escalada de tensiones por decisiones comerciales y acusaciones mutuas que ponen a prueba la relación bilateral.
Contexto diplomático
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia informó el 18 de octubre de 2025 que había convocado a consultas a su embajador en la capital estadounidense. En la nota oficial se expresa que el Gobierno colombiano percibe una “amenaza de invasión” por parte de autoridades estadounidenses, lo que constituye un serio deterioro de la confianza bilateral.
Motivos de la denuncia
La acusación surge en un momento de fricción comercial y política. El expresante presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció recientemente la imposición de aranceles adicionales a productos colombianos como respuesta a la política de drogas del país y a la postura del presidente Gustavo Petro. Además, el mandatario estadounidense ha señalado su intención de retirar la ayuda económica que Bolivia recibe por lucha antidrogas, argumento que genera incertidumbre en la región.
Reacciones en Washington
Hasta el momento, la embajada de Estados Unidos en Bogotá no ha emitido una respuesta oficial a la denuncia colombiana. Las fuentes diplomáticas indican que Washington está evaluando la situación y que podría contactar al presidente Petro para aclarar los supuestos comentarios que habrían motivado la percepción de amenaza.
Impacto en la relación bilateral
Las tensiones podrían afectar los flujos comerciales entre ambos países, que incluyen exportaciones colombianas de café, flores y petróleo. Asimismo, la discusión sobre aranceles y la ayuda contra la producción de drogas añade presión a negociaciones en curso sobre cooperación en seguridad y desarrollo sostenible.
Perspectivas a futuro
Analistas internacionales sugieren que, de no resolverse la disputa, Colombia podría buscar alianzas más estrechas con la Unión Europea y otros socios regionales. Mientras tanto, la convocatoria a consultas constituye un paso formal para que el Gobierno colombiano exija explicaciones y, de ser necesario, adopte medidas diplomáticas adicionales.