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Enfermedad celíaca, intolerancia al gluten y alergia al trigo: cómo reconocer sus diferencias

Descubre las características clave que separan a la enfermedad celíaca, la intolerancia al gluten y la alergia al trigo. Conoce sus síntomas, prevalencia y métodos de diagnóstico para identificar correctamente cada condición y evitar confusiones que puedan afectar tu salud.

Introducción

En los últimos años el consumo de alimentos sin gluten ha aumentado, pero no todas las reacciones al trigo tienen la misma causa. Cada una de estas tres condiciones presenta síntomas y tratamientos particulares.

¿Qué es la enfermedad celíaca?

La enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune crónica en la que la ingestión de gluten desencadena una respuesta del sistema inmune que daña el intestino delgado. Afecta aproximadamente al 1 % de la población mundial. Los síntomas más comunes son diarrea crónica, dolor abdominal, pérdida de peso, anemia ferropénica y fatiga.

¿Qué es la intolerancia al gluten?

También conocida como sensibilidad al gluten no celíaca, se presenta en personas que experimentan malestar tras consumir gluten pero sin los marcadores autoinmunes de la celiaquía. Los estudios estiman que entre el 5 % y el 7 % de los adultos pueden presentar esta condición. Los síntomas incluyen distensión abdominal, gases, dolor leve y sensación de cansancio, sin daño intestinal detectable.

¿Qué es la alergia al trigo?

La alergia al trigo es una reacción alérgica mediada por IgE que puede involucrar cualquier proteína del trigo, no solo el gluten. Es relativamente rara, con una prevalencia estimada de 0,2 % en la infancia. Los signos típicos son urticaria, edema facial, dificultad para respirar y, en casos graves, anafilaxia.

Cómo diferenciar los síntomas

Aunque exista superposición gastrointestinal, existen pistas para distinguirlas:

  • Enfermedad celíaca: diarrea persistente, anemia, osteopenia y síntomas que mejoran tras una dieta estricta sin gluten.
  • Intolerancia al gluten: molestias digestivas moderadas, falta de anemia y ausencia de marcadores serológicos.
  • Alergia al trigo: reacción cutánea inmediata, sibilancias o rinorrea, y posible anafilaxia tras la exposición.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico requiere pruebas específicas:

  • Celíaca: anticuerpos anti‑transglutaminasa y biopsia intestinal.
  • Intolerancia al gluten: exclusión del gluten y observación de mejoría, descartando celiaquía.
  • Alergia al trigo: pruebas cutáneas de alergia o nivel de IgE específico.

El tratamiento de la celíaca y la intolerancia se basa en una dieta libre de gluten. La alergia al trigo exige evitar todo alimento que contenga trigo y, en casos de exposición, llevar anticonceptivos de emergencia como adrenalina autoinyectable.

Conclusión

Reconocer las diferencias entre estas tres afecciones es esencial para recibir el manejo adecuado y prevenir complicaciones a largo plazo. Si sospechas cualquiera de ellas, consulta a un profesional de la salud para obtener el diagnóstico correcto.