La actriz británica Keira Knightley rompió el silencio y reveló el agresivo trato que recibía de los paparazzis, incluyendo insultos como “perra”. Sus declaraciones, realizadas en entrevistas de 2024, describen una relación de violencia mediática que la llevó a vivir en modo supervivencia y a desarrollar paranoia constante.
Contexto de la polémica
Después de la gran popularidad que le generó la saga Piratas del Caribe, Keira Knightley se convirtió en uno de los objetivos preferidos de la prensa del corazón. Según sus propias palabras, los fotógrafos de exteriores no solo invadían su intimidad, sino que también la agredían verbalmente, utilizando insultos degradantes como “perra”.
Declaraciones de Keira Knightley
En una serie de entrevistas concedidas a medios argentinos y latinoamericanos durante 2024, la actriz explicó que “me gritaban ‘perra’” cada vez que intentaba sobrepasar su zona de confort. Knightley relató que el acoso se tornó tan intenso que entró en lo que llamó “modo supervivencia”, llegando a revisar cada periódico y cada publicación digital para detectar nuevas fotografías no autorizadas.
Impacto en la vida personal y profesional
El constante hostigamiento provocó en la artista una profunda sensación de vulnerabilidad. “Desarrollé paranoia; revisaba los diarios para ver si me habían fotografiado”, confesó. Esta presión la obligó a limitar su presencia pública y a reconfigurar su agenda profesional, eligiendo proyectos que le permitieran mayor privacidad.
Reacción del público y de los medios
La revelación de Knightley ha generado una ola de apoyo en redes sociales, donde usuarios y fellow actores exigen mayor regulación del trabajo de los paparazzis. Tanto La Nación como Infobae y El Heraldo publicaron sus testimonios, subrayando la necesidad de proteger la dignidad de los artistas frente a la prensa sensacionalista.
¿Qué se espera?
Activistas y legisladores han pedido revisar la legislación vigente sobre la privacidad y el acoso mediático. Mientras tanto, la actriz sigue trabajando en nuevos proyectos cinematográficos, pero con la firme intención de mantener su vida privada fuera del ojo público.