Los jóvenes de la Generación Z están sustituyendo la clásica llamada al oído por mensajes de voz, videollamadas y chats en apps como WhatsApp, Instagram y TikTok. Un cambio que redefine la comunicación oral y que ya se refleja en estadísticas de uso en Argentina y el mundo.
El declive de la llamada telefónica tradicional
En los últimos años, la preferencia por la llamada tradicional ha caído de manera drástica entre los adolescentes y jóvenes adultos. Según un estudio de Pew Research Center (2022), el 71 % de la Generación Z en Estados Unidos afirma que prefiere enviar un mensaje de texto antes que realizar una llamada telefónica. En Argentina, datos de Statista (2023) indican que el 62 % de los usuarios de 18 a 24 años elige aplicaciones de mensajería instantánea como medio principal de contacto.
¿Qué plataformas están liderando el cambio?
Aplicaciones como WhatsApp, Instagram Direct, Snapchat y la función de mensaje de voz de TikTok se han convertido en los canales predilectos para conversaciones rápidas. La facilidad de enviar notas de voz de pocos segundos, combinar texto y emojis, y la posibilidad de iniciar videollamadas sin descargar otra herramienta, hacen que la llamada tradicional resulte lenta y menos atractiva.
Impacto en el comportamiento cotidiano
Una encuesta de Mobile World Live (2024) reveló que los usuarios de la Generación Z pasan en promedio 45 minutos al día intercambiando mensajes en apps, frente a apenas 3,5 minutos en llamadas de voz. Además, el uso de videollamadas grupales ha aumentado un 23 % entre este segmento desde 2020, impulsado por la integración de funciones de pantalla compartida y filtros de realidad aumentada.
Consecuencias para el sector de telecomunicaciones
Operadoras tradicionales están adaptando sus ofertas, incorporando paquetes de datos ilimitados y colaborando con plataformas de mensajería para ofrecer planes convergentes. Algunas ya prueban paquetes que incluyen suscripciones a servicios de streaming y a aplicaciones de mensajería premium, reconociendo que la llamada al oído ya no es el pilar de la comunicación.