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Detectan asteroide fantasma entre las órbitas de Venus y Mercurio

Un pequeño asteroide, catalogado como objeto cercano a la Tierra, ha sido descubierto entre las órbitas de Venus y Mercurio. Con un tamaño estimado entre 30 y 60 metros, los científicos aseguran que no representa una amenaza inminente para nuestro planeta, aunque seguirá bajo vigilancia estrecha.

Descubrimiento del asteroide fantasma

El 18 de octubre de 2025 el programa Pan‑STARRS anunció la detección de un nuevo objeto cercano a la Tierra, apodado “asteroide fantasma”. La noticia fue difundida por el portal Meteored y generó gran interés en la comunidad astronómica.

Características orbitales

Los cálculos preliminares indican que el cuerpo posee una órbita elíptica cuyo perihelio se sitúa a 0,28 UA (dentro de la órbita de Mercurio) y su afelio a 0,78 UA, quedando entre las trayectorias de Mercurio y Venus. Su periodo orbital es de aproximadamente 0,6 años.

Dimensiones y composición

Basándose en su magnitud absoluta (H≈26,2), los expertos estiman que el asteroide mide entre 30 y 60 metros de diámetro. La reflectancia sugiere una superficie rocosa, típica de los cuerpos rocosos que orbitan cerca del Sol.

Riesgo de impacto

Según la Oficina de Coordinación de Programas de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOP), la probabilidad de colisión con la Tierra en los próximos 100 años es prácticamente nula; el valor de la Escala de Palermo se sitúa en -5,7, considerado despreciable. No se han anunciado alertas de impacto.

Próximos estudios

El asteroide será observado durante los próximos meses por el telescopio espacial NEOSSat y por varios observatorios terrestres para refinar su órbita y características físicas. Los datos ayudarán a mejorar los modelos de evolución de objetos en el interior del Sistema Solar.

Contexto astronómico

Este hallazgo refuerza la importancia de los programas de vigilancia continua del cielo cercano al Sol, una zona poco estudiada por la dificultad de observación. Detectar cuerpos tan pequeños en esa región es crucial para comprender la dinámica de los objetos que podrían, a largo plazo, alterar las órbitas de planetas interiores.