Tras las recientes elecciones en Argentina, destacados economistas vinculados al presidente Javier Milei, como Carlos Melconian y María Ferreres, advierten que el tipo de cambio podría situarse cerca de los 2.000 pesos por dólar al cierre del año, en medio de una fuerte presión inflacionaria y expectativas de devaluación.
Contexto económico después de las elecciones
Las últimas votaciones nacionales, que definieron el panorama político para los próximos meses, han reavivado el debate sobre la estabilidad del tipo de cambio en Argentina. La combinación de un déficit fiscal amplio, alta inflación y la incertidumbre política genera expectativas de una mayor presión sobre el dólar.
Pronósticos de los economistas
Carlos Melconian, reconocido economista y mentor de Javier Milei, señaló que “hay olor a devaluación y los números lo confirman”. En sus declaraciones, Melconian estimó que el dólar podría cerrar el año en torno a los 2.000 pesos.
María Ferreres, economista del sector privado, coincidió con la cifra y afirmó que el precio del dólar podría estar “cerca de $2.000 para fin de año”. Ambos analistas basan sus proyecciones en la dinámica de reservas internacionales, la brecha entre el dólar oficial y el blue, y la política monetaria del Banco Central.
Factores que alimentan la expectativa de devaluación
- Persistente déficit fiscal que obliga al Estado a financiarse mediante emisión monetaria.
- Elevada inflación acumulada, que supera el 200% en los últimos 12 meses.
- Debilidad de las reservas internacionales frente a la demanda de dólares.
- Incertidumbre sobre la continuidad de las políticas de control de cambios tras la etapa electoral.
Repercusiones para los distintos sectores
Una cotización cercana a los 2.000 pesos impactaría directamente en los precios al consumidor, el costo de importaciones y la distribución de ingresos. Empresas exportadoras podrían beneficiarse, mientras que importadores y consumidores finales enfrentarían una fuerte presión inflacionaria.
En vista de estas proyecciones, los analistas recomiendan monitorear de cerca la política cambiaria del gobierno y la evolución de los indicadores macroeconómicos en los próximos meses.