Los gobiernos de Brasil y varios países europeos han solicitado que el tratado comercial entre el Mercosur y la Unión Europea se apruebe sin demoras, subrayando la urgencia de impulsar el intercambio económico y agrícola mientras se superan los últimos obstáculos regulatorios.
Contexto del acuerdo
El tratado Mercosur‑UE, negociado durante más de una década, busca crear la zona de libre comercio más grande del mundo, englobando a Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y los 27 estados miembros de la UE. El acuerdo contempla la eliminación de aranceles en cientos de productos, la apertura de mercados agrícolas y la cooperación en normas medioambientales.
Demanda de aprobación inmediata
En una declaración conjunta publicada el 22 de octubre de 2025, Brasil y representantes de Alemania, Francia, España, Italia y los Países Bajos exigieron que el Parlamento europeo y los legisladores de los países del Mercosur den su visto bueno al tratado sin más dilaciones. Argumentan que la ratificación es esencial para estimular la recuperación económica post‑pandemia y para fortalecer la resiliencia de las cadenas de suministro de alimentos.
Obstáculos aún pendientes
A pesar del impulso político, el acuerdo enfrenta varias barreras: la necesidad de armonizar normas fitosanitarias, la controversia sobre la liberalización de la carne de res brasileña en el mercado europeo y las demandas de sectores agrícolas europeos que temen una competencia desleal. La UE también debe cumplir con sus propios procesos de revisión de impacto ambiental antes de la firma final.
Posiciones de los líderes
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, calificó el tratado de “oportunidad histórica” y reiteró que su gobierno está dispuesto a dialogar para resolver los puntos críticos. Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, manifestó que se han dado pasos positivos y que la firma podría concretarse a finales de 2025, siempre que se superen las objeciones de algunos Estados miembros.
Impacto esperado
Según estudios del Banco Interamericano de Desarrollo, la plena implementación del acuerdo podría generar entre 30.000 y 50.000 nuevos empleos en América Latina y aumentar las exportaciones agrícolas del Mercosur en un 20 % en los próximos cinco años. En Europa, se anticipa una mayor oferta de productos alimentarios a precios competitivos y un impulso a la competitividad del sector agroindustrial.
Próximos pasos
Los legisladores de la UE deben concluir la fase de evaluación de impacto antes de la votación final, mientras que los parlamentos del Mercosur continúan sus debates internos. Se espera una nueva ronda de negociaciones técnicas en la primavera de 2026 para afinar los detalles restantes.