Estados Unidos envió el portaaviones USS Gerald R. Ford, el buque de guerra más grande del mundo, al Caribe el 23 de octubre de 2025, intensificando la tensión con el gobierno de Nicolás Maduro. La medida, anunciada en medio de denuncias de tráfico de cocaína y desestabilización política en Venezuela, marca una de las mayores escaladas militares en la región en los últimos años.
Contexto de la crisis con Venezuela
Desde principios de 2025 la relación entre Washington y Caracas se ha deteriorado por acusaciones mutuas de apoyos a grupos insurgentes, violaciones de derechos humanos y una creciente ola de migración. En junio de 2025 EE.UU. impuso nuevas sanciones contra empresas petroleras venezolanas y, a finales de julio, el Departamento del Tesoro acusó a funcionarios del gobierno de Maduro de financiar el narcotráfico.
El despliegue del USS Gerald R. Ford
El 23 de octubre de 2025, la Marina de los Estados Unidos anunció que el USS Gerald R. Ford (CVN‑78) zarparía desde la Base Naval de Norfolk rumbo al Caribe. El buque, con un desplazamiento de aproximadamente 100.000 toneladas, una tripulación de 2.600 personas y una capacidad para operar 75 aviones y helicópteros, es el portaaviones más grande y tecnológicamente avanzado del mundo.
Objetivos declarados
- Reforzar la presencia militar en el Caribe como disuasión ante posibles amenazas a la seguridad marítima.
- Apoyar operaciones conjuntas de inteligencia para combatir el tráfico de cocaína que, según la Oficina de Control de Drogas, transitaba por rutas marítimas desde Venezuela hacia el hemisferio norte.
- Demostrar el compromiso estadounidense con los aliados regionales, en particular con Colombia y Panamá, que han solicitado mayor cooperación para frenar el narcotráfico.
Reacción de la comunidad internacional
El Gobierno venezolano calificó la maniobra de EE.UU. como una “provocación clara” y anunció la puesta en alta de sus fuerzas navales en la zona del Estrecho de Margarita. Por su parte, la Organización de Estados Americanos (OEA) instó a la parte estadounidense a ejercer “moderación y respeto al derecho internacional”. Países como Brasil y México se mostraron cautelosos, llamando a la diplomacia como la vía principal para resolver la disputa.
Implicaciones para la región
El despliegue del Gerald R. Ford podría reforzar la capacidad de intercepción de cargamentos de drogas, pero también aumenta el riesgo de incidentes militares en aguas internacionales. Analistas de seguridad advierten que la presencia de un buque tan potente podría desencadenar una respuesta militar por parte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que ha intensificado sus ejercicios en la costa caribeña.
Mientras tanto, la población venezolana continúa enfrentando escasez de alimentos y medicinas, y la migración sigue en aumento, con estimaciones de que más de 500.000 venezolanos han cruzado a países vecinos en los últimos seis meses.