Estados Unidos ha desplegado recientemente su buque de guerra más grande, el portaaviones USS Gerald R. Ford, en aguas del Caribe a la altura de Venezuela. La maniobra marca una nueva escalada en la ya tensa relación entre Washington y el régimen de Nicolás Maduro, generando reacciones de alarma en La Guaira y de preocupación en los países vecinos.
Despliegue estratégico en el Caribe
El USS Gerald R. Ford (CVN‑78) zarpó de la Base Naval de Norfolk y se posicionó a pocos cientos de millas náuticas de la costa venezolana, reforzando la presencia militar estadounidense en la región. La decisión se tomó en medio de una serie de sanciones económicas y diplomáticas impuestas por Washington contra el gobierno de Nicolás Maduro, acusándolo de violaciones de derechos humanos y de apoyar a grupos armados.
Características del buque
El Ford‑class es el más avanzado de la historia naval de EE.UU.:
- Longitud: 337 m (1 106 pies)
- Desplazamiento: aprox. 100 000 toneladas
- Tripulación: 2 600 personas
- Capacidad de vuelo: 44 aeronaves (incluye cazas F‑35C, helicópteros y aviones de alerta temprana)
- Costo estimado: US$13 mil millones
Su sistema de lanzamiento electromagnético (EMALS) y sus avanzados radares le otorgan una capacidad de respuesta sin precedentes.
Reacciones de Venezuela y la región
El gobierno venezolano condenó la presencia del portaaviones, calificándola de “violación flagrante de la soberanía nacional” y anunció la puesta en alerta de sus fuerzas navales. Por su parte, Colombia y Brasil manifestaron preocupación, pidiendo a EE.UU. que reduzca la tensión y respete la estabilidad del Caribe.
Contexto geopolítico
Esta maniobra se produce después de varios incidentes marítimos entre la Marina venezolana y buques de la coalición internacional que participan en la vigilancia de la extracción petrolera en la zona de la cuenca del Caribe. El despliegue del USS Gerald R. Ford es, según el Pentágono, una “demostración de presencia” destinada a garantizar la libre circulación marítima y a disuadir cualquier intento de amenaza contra los intereses estadounidenses y aliados.