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Alerta climática: brotes de enfermedades y glaciares en retroceso

Los últimos datos científicos revelan una alarmante conexión entre el aumento de enfermedades transmisibles y el rápido retroceso de los glaciares. Informes de la OMS, la NASA y el IPCC advierten que el cambio climático está intensificando riesgos sanitarios y acelerando la pérdida de hielo, poniendo en jaque la salud pública y los recursos hídricos del planeta.

Impacto en la salud pública

Según la Organización Mundial de la Salud, entre 2021 y 2023 se registró un incremento de aproximadamente un 30 % en los casos de dengue y otras enfermedades transmitidas por mosquitos, tendencia vinculada al alza de temperaturas y a la expansión de hábitats de vectores. El informe destaca que eventos climáticos extremos, como inundaciones y olas de calor, facilitan la proliferación de patógenos y exacerban brotes en regiones previamente no afectadas.

Desglose de la pérdida glaciar

Estudios de la NASA indican que, entre 2000 y 2020, los glaciares de montaña perdieron alrededor de 1,6 billones de toneladas de hielo, lo que equivale a una contribución de cerca de 0,8 mm al nivel global del mar por año. En la última década, la velocidad de retroceso se ha acelerado, con varios glaciares alpinos reduciendo su masa en más del 20 % de su extensión original.

Conclusiones de los últimos informes internacionales

El Sexto Informe de Evaluación del IPCC (AR6), publicado en 2023, advierte que sin una reducción drástica de emisiones, la temperatura media global podría superar los 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales antes de 2030, incrementando la frecuencia e intensidad de fenómenos extremos. El mismo documento subraya que la pérdida de hielo y los cambios en los patrones de precipitación modificarán los ciclos hidrológicos, repercutiendo directamente en la disponibilidad de agua dulce.

Qué acciones propone la comunidad científica

Expertos enfatizan la necesidad de combinar mitigación y adaptación: reducir emisiones de gases de efecto invernadero, fortalecer sistemas de vigilancia epidemiológica y promover infraestructuras resilientes al clima. Iniciativas locales, como la reforestación urbana y la implementación de barreras verdes, son resaltadas como medidas inmediatas para disminuir la exposición a vectores y proteger cuencas hídricas.