El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una próxima reunión con el presidente chino Xi Jinping con el objetivo de calmar la larga guerra comercial. La cita, prevista para este mes, incluye la reducción de aranceles y la postergación de restricciones a exportaciones, mientras China se prepara para comprar energía estadounidense.
Contexto de la disputa comercial EE.UU.-China
Desde 2018, la relación comercial entre Estados Unidos y China se ha visto marcada por la imposición mutua de aranceles que afectaron a miles de millones de dólares en mercancías. La tensión ha impactado sectores como la tecnología, la agricultura y la manufactura, generando incertidumbre en los mercados internacionales.
Nuevo encuentro entre Donald Trump y Xi Jinping
El 30 de octubre de 2025 se confirmó que Donald Trump, candidato a la presidencia y líder del Partido Republicano, mantendrá una reunión bilateral con Xi Jinping, presidente de la República Popular China. Ambas partes buscan “encuentrar una salida negociada” que permita estabilizar el flujo comercial y evitar una mayor escalada de medidas proteccionistas.
Reducción de aranceles a China
Durante la conversación, Trump acordó calmar la disputa y anunció una reducción de varios aranceles aplicados a productos chinos. Los detalles exactos de los porcentajes no fueron publicados, pero se señaló que la medida cubrirá sectores clave como la electrónica de consumo y algunos bienes de consumo duradero.
Postergación de restricciones a exportaciones estadounidenses
En paralelo, el gobierno estadounidense decidió postergar por un año la aplicación de nuevas restricciones sobre exportaciones dirigidas a empresas chinas, medida que había sido anunciada previamente por la Oficina de Industria y Seguridad. Esta extensión busca dar tiempo a las negociaciones para definir un marco regulatorio más estable.
China planea comprar energía estadounidense
Xi Jinping también anunció que China iniciará un proceso de compra de “energía estadounidense”, abriendo el mercado chino a exportaciones de gas natural licuado (GNL) y petróleo de origen norteamericano. La iniciativa está alineada con la estrategia de diversificar fuentes energéticas y reducir la dependencia de proveedores tradicionales.
Reacción internacional y perspectivas
Analistas de política económica consideran que la reunión podría marcar el inicio de una “tregua comercial” que beneficie a ambos países y reduzca la presión sobre los precios globales. Sin embargo, expertos advierten que el éxito dependerá de la capacidad de las partes para concretar compromisos firmes y evitar retrocesos.