El Ejecutivo argentino liberó el control de precios de todas las tarifas energéticas, provocando un aumento inmediato del 7,2% en el gas y anunciando un incremento promedio del 3,8% en la combinación de gas y luz para noviembre, con previsiones de alzas en la nafta. La medida forma parte del plan de ajuste económico liderado por el presidente Milei y el ministro Caputo.
En una rueda de prensa celebrada el 30 de octubre de 2025, el gobierno argentino declaró la eliminación de los subsidios a las tarifas energéticas, poniendo fin al control de precios que había regulado el gas, la electricidad y los combustibles. Como consecuencia directa, el precio del gas residencial se incrementó en un 7,20%, según informó Página/12. Además, la Cámara de Comercio y la consultora de energía anunciaron que el promedio de los ajustes para gas y luz en noviembre será del 3,8%, lo que se reflejará en las facturas de hogares y empresas a partir del 1 de noviembre. Los ministros de Economía, Javier Milei, y de Producción, Diego Caputo, señalaron que la medida busca equilibrar las finanzas públicas y fomentar la inversión en el sector energético, aunque reconocen que el alza de precios impactará el poder adquisitivo de los consumidores. En el mismo anuncio, se advirtió que la tarifa de la nafta también experimentará un aumento en los próximos días, aunque aún no se ha definido el porcentaje exacto. La decisión se produce en un contexto de alta inflación, que supera el 200% anual, y de fuertes presiones sobre los presupuestos familiares. Organizaciones de defensa del consumidor han pedido al gobierno medidas compensatorias, como cuotas sociales o alivios fiscales, para mitigar el efecto de la subida. Mientras tanto, los analistas del mercado esperan que la liberalización de tarifas favorezca la entrada de nuevas inversiones y la modernización de la infraestructura energética del país.