Un innovador examen de ADN, basado en la suma de cientos de variantes genéticas, ofrece la posibilidad de identificar a personas con alto riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular antes de que aparezcan síntomas, abriendo la puerta a intervenciones preventivas más tempranas y personalizadas.
¿Qué es el test genético cardiovascular?
Se trata de un estudio de poligenic risk score (PRS) que analiza cientos de marcadores genéticos asociados a la enfermedad arterial coronaria, la hipertensión y otras patologías del corazón. El examen se realiza a partir de una muestra de saliva o sangre y se envía a laboratorios especializados que procesan el ADN y calculan un índice de riesgo comparado con la población general.
¿Cómo funciona?
El laboratorio extrae el ADN del paciente y lo somete a secuenciación de alto rendimiento. Luego, un algoritmo validado por estudios internacionales (por ejemplo, consorcios como CARDIoGRAM y UK Biobank) asigna un puntaje que refleja la probabilidad de desarrollar una enfermedad cardíaca en los próximos 10‑15 años. Un puntaje alto indica que la persona pertenece al 10 % con mayor predisposición genética.
Beneficios para la salud pública
Según la American Heart Association, la enfermedad cardiovascular sigue siendo la principal causa de muerte a nivel mundial, con cerca de 17,9 millones de fallecimientos en 2023. Detectar a los individuos con riesgo elevado permite:
- Implementar cambios de estilo de vida (dieta, actividad física) antes de que aparezca el colesterol malo.
- Iniciar, bajo supervisión médica, tratamientos preventivos con estatinas u otros fármacos.
- Monitorear de forma más estrecha la presión arterial y los biomarcadores inflamatorios.
Limitaciones y consideraciones
Aunque el test brinda información valiosa, no sustituye a los exámenes tradicionales como el electrocardiograma o la ecocardiografía. Además, el factor ambiental y los hábitos personales siguen siendo determinantes. Por ello, los profesionales recomiendan combinar el PRS con evaluaciones clínicas habituales.
Acceso y futuro
Actualmente, el examen está disponible en centros de medicina preventiva de varios países y en plataformas de salud digital que cumplen con la normativa de protección de datos (GDPR, HIPAA). Se estima que, durante 2025‑2026, su uso se ampliará a programas de salud pública, facilitando una detección precoz a gran escala.