El expresidente de EE.UU., Donald Trump, ha declarado que podría ordenar una intervención militar contra Nigeria, el país más poblado de África, alegando que el gobierno nigeriano persigue a la comunidad cristiana. La polémica ha generado reacciones internacionales y pone de relieve las tensiones entre religiones en la región.
Contexto de la amenaza
Donald Trump, que sigue influyendo en la política global a través de sus declaraciones, anunció en una entrevista que está considerando una “acción militar” contra Nigeria. Según sus palabras, el gobierno nigeriano estaría “perseguiendo a los cristianos” y eso justificaría una respuesta contundente de los Estados Unidos.
Datos sobre Nigeria
Nigeria, con una población estimada en alrededor de 216 millones de habitantes, es el país más poblado del continente africano. La composición religiosa del país es diversa: aproximadamente la mitad de la población se identifica como cristiana, mientras que el resto profesa el islam y religiones tradicionales.
Reacciones oficiales y diplomáticas
Las autoridades nigerianas han rechazado enérgicamente las acusaciones, calificándolas de infundadas y señalando que el país garantiza la libertad religiosa conforme a su Constitución. En Washington, el Departamento de Estado y el Pentágono no han confirmado ninguna orden oficial y han indicado que cualquier decisión de este tipo requeriría consultas multilaterales.
Impacto en la región
La declaración de Trump ha despertado preocupación entre los líderes religiosos y políticos de África occidental. Organizaciones interreligiosas advierten que la retórica bélica podría agravar tensiones ya existentes entre comunidades cristianas y musulmanas, al tiempo que afecta la estabilidad económica del país, que depende del sector petrolero.
Reacciones internacionales
Varios gobiernos y organismos internacionales, entre ellos la Unión Africana y la ONU, han pedido prudencia y diálogo, recordando la importancia de resolver los conflictos religiosos mediante medios pacíficos y respetando la soberanía nacional.
Conclusión
Mientras no se confirme una orden oficial, la amenaza de Trump ha puesto en el foco la delicada situación de los derechos religiosos en Nigeria y ha abierto un debate sobre la influencia de figuras políticas fuera de sus cargos oficiales en asuntos internacionales.