Las memorias USB están perdiendo terreno frente a opciones más rápidas, seguras y versátiles. Con datos que evidencian una caída en su uso y la explosión de la nube y discos SSD externos, descubre cuáles son las mejores alternativas para guardar y compartir tus archivos en 2025.
El fin de la era USB
Durante más de dos décadas la memoria USB fue el dispositivo de referencia para transportar datos. Sin embargo, su capacidad limitada, velocidad de transferencia cada vez más insuficiente y vulnerabilidad a pérdidas físicas han impulsado la búsqueda de opciones más robustas.
Datos del mercado
Según el estudio de IDC de 2022, el mercado mundial de dispositivos de almacenamiento externo alcanzó 15.2 mil millones de dólares. Dentro de ese total, los discos SSD externos crecieron un 30 % interanual, mientras que las ventas de memorias flash disminuyeron un 10 % en el mismo período.
Principales alternativas en 2025
- Almacenamiento en la nube: servicios como Google Drive, Dropbox, OneDrive y el emergente iCloud + ofrecen planes de hasta 2 TB con sincronización automática y acceso desde cualquier dispositivo con conexión a internet.
- Discos SSD externos: con interfaces USB‑C 3.2 y Thunderbolt 4, los SSD portátiles llegan hoy a 8 TB, ofrecen velocidades de lectura superiores a 3000 MB/s y son mucho más resistentes a golpes que los USB tradicionales.
- Dispositivos Wi‑Fi Direct: marcas como SanDisk Ultra Drive Wireless permiten transferir archivos mediante una red local sin cables, ideal para compartir entre smartphones, tablets y laptops.
- NAS (Network Attached Storage): pequeñas unidades NAS de dos bahías, como Synology DS220+, se vuelven una solución doméstica para crear tu propio “cloud” personal con backups automáticos y acceso remoto seguro.
- Bluetooth y NFC: para transferencias de bajo tamaño, los dongles Bluetooth 5.2 y los stickers NFC facilitan compartir contactos, fotos o documentos breves sin necesidad de conectar cables.
Ventajas y consideraciones de seguridad
Las alternativas digitales superan al USB en varios aspectos: mayor capacidad, cifrado de extremo a extremo, copias de seguridad automáticas y la posibilidad de revocar accesos en tiempo real. No obstante, la dependencia de una conexión a internet para la nube y el costo inicial de los SSD externos son factores a evaluar.
Conclusión
El USB ya no es la única vía para almacenar y compartir información. La combinación de la nube, los SSD externos y los dispositivos Wi‑Fi ofrece a usuarios y empresas un ecosistema más rápido, seguro y escalable. La tendencia indica que para 2026 la mayoría de los flujos de datos críticos se moverán lejos del tradicional “pendrive”.