El expresidente de EE. UU., Donald Trump, reiteró que los días de Nicolás Maduro están contados y analizó distintas alternativas militares contra Venezuela, subrayando los peligros de una eventual intervención y calificando al dirigente venezolano como un objetivo legítimo según la política estadounidense.
Trump plantea la posibilidad de un ataque militar a Venezuela
En una rueda de prensa celebrada en la sede del Trump Organization, el exmandatario estadounidense volvió a señalar que el gobierno de Nicolás Maduro representa una amenaza para la seguridad regional y que, desde la posición de Estados Unidos, “los días de Maduro están contados”. Trump expresó que la administración actual mantiene una postura firme contra el régimen chavista y que en caso de que se intensifiquen los actos de violencia y represión, “estarán dispuestos a considerar una acción militar”.
Opciones bajo estudio
Según los informes de medios como Infobae y La Nación, entre las alternativas que se estarían evaluando se encuentran:
- Operaciones limitadas de ataques aéreos dirigidos contra instalaciones militares y de inteligencia en Caracas.
- Apoyo a grupos de oposición internos mediante el suministro de armamento y entrenamiento.
- Bloqueo naval parcial para limitar el flujo de petróleo y suministros estratégicos.
- Presión económica adicional, ampliando sanciones multilaterales.
Riesgos y consecuencias
Trump advirtió que cualquier acción militar conlleva riesgos significativos, entre ellos el potencial escalamiento hacia un conflicto más amplio en la región y el impacto negativo sobre la economía global, especialmente en los precios del petróleo. Asimismo, reconoció la dificultad de lograr una victoria rápida y subrayó la necesidad de contar con el respaldo del Congreso y de la comunidad internacional.
Reacciones internacionales
Expertos de la política exterior estadounidense señalan que, aunque la retórica de Trump es contundente, la probabilidad de una invasión directa es baja. Un analista del Consejo de Relaciones Exteriores comentó que “el presidente busca mantener presión sin desencadenar una guerra abierta”. En Rusia, representantes de la Oficina del Kremlin desestimaron la idea de una invasión, calificándola de “hipótesis poco probable”.
Contexto histórico
Las tensiones entre EE. UU. y Venezuela se remontan a la década de 2010, cuando los gobiernos de Barack Obama y Donald Trump impusieron sanciones por supuestos vínculos con el narcotráfico y violaciones de derechos humanos. La administración actual, bajo el presidente Joe Biden, ha mantenido la política de sanciones, pero sin avanzar hacia una intervención militar directa.
En resumen, el discurso de Trump refleja una postura agresiva pero cuidadosa, donde el objetivo es presionar al régimen de Maduro sin precipitar un conflicto abierto que pueda desestabilizar la región.