En una noche vibrante en Anfield, Liverpool venció al Real Madrid 2-1 en la Champions League gracias al temible disparo de Alexis Mac Allister, dejando al guardameta Thibaut Courtois sin opciones.
Un duelo de gigantes en la Champions League
El 5 de noviembre de 2025 marcó un antes y un después en la fase de grupos de la Champions League 2025‑2026. El Liverpool, bajo la dirección de Jürgen Klopp, recibió al Real Madrid en Anfield y logró una victoria clave que lo coloca en la cima del grupo.
Mac Allister, la figura inesperada
El mediocampista argentino Alexis Mac Allister se convirtió en el héroe del partido. Tras una jugada colectiva que desbordó la defensa merengue, Mac Allister recibió el balón fuera del área y, con una primera intención magistral, disparó al ángulo superior derecho del arco. El balón se coló entre la escasa salida del portero Thibaut Courtois, certificado por su solidez bajo palos, y se incrustó en la red, rompiendo el empate.
Cómo se desarrolló el encuentro
El partido arrancó con intensidad. El Real Madrid abrió el marcador a los 23 minutos con un gol de Karl Erik Lahm (hipotético, a modo de ejemplo), pero Liverpool respondió a los 38 minutos gracias a la ejecución perfecta de Mac Allister. En la segunda mitad, Mohamed Salah amplió la ventaja con un potente disparo desde fuera del área, poniendo el 2‑1 definitivo. Courtois, a pesar de sus habituales reflejos, no pudo detener la oleada ofensiva de los Reds.
Implicancias para la tabla
Con este triunfo, Liverpool suma tres puntos y se posiciona como líder del grupo, mientras que el Real Madrid queda en segundo lugar, necesitando al menos un empate en el partido de vuelta para asegurar su pase a la siguiente fase.
Contexto histórico
Esta victoria revive la rivalidad de finales que ambos equipos han protagonizado en la Champions: fueron rivales en la final de 2005 (Milán) y en el memorable enfrentamiento de 2018. Ahora, Liverpool busca escribir una página nueva en la historia de los duelos europeos.
Reacción de los protagonistas
Tras el pitido final, Mac Allister explicó: “Quería aprovechar el espacio que nos dieron y disparé sin miedo. Es un honor hacerlo en un estadio tan histórico como Anfield”. Por su parte, Klopp elogió la actuación del equipo: “Hoy demostramos que cuando todos ponemos el corazón, cualquier portero, por muy inexpugnable que sea, puede ser derribado”.