El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado que los cristianos en Nigeria están sufriendo un genocidio a manos de grupos terroristas y ha insinuado la posibilidad de una acción militar americana. El presidente nigeriano Bola Ahmed Tinubu ha respondido prometiendo derrotar al terrorismo y rechaza cualquier intervención extranjera.
Declaraciones de Donald Trump
En una entrevista reciente, Donald Trump afirmó que los cristianos en Nigeria están siendo víctimas de una persecución sistemática que él describió como genocidio. El exmandatario señaló que la comunidad internacional está al tanto de la gravedad del tema y que Estados Unidos podría considerar medidas concretas para proteger a los afectados.
Reacción del gobierno nigeriano
El presidente Bola Ahmed Tinubu, quien lleva el cargo desde 2023, emitió un comunicado en el que aseguró que su gobierno está comprometido a derrotar al terrorismo y a garantizar la seguridad de toda la población, sin importar la fe. Tinubu declaró que Nigeria no necesita agresiones externas y que cualquier intento de intervención será rechazado.
Contexto del conflicto religioso
Nigeria alberga una población cristiana que representa aproximadamente el veinte por ciento del total, es decir, cerca de cuarenta millones de personas. Desde 2009, el país enfrenta una insurgencia liderada por grupos extremistas, entre ellos Boko Haram y el Estado Islámico en África Occidental, que han perseguido tanto a musulmanes como a cristianos. Las cifras oficiales indican que el conflicto ha generado decenas de miles de muertos y desplazados.
Respuesta de la sociedad civil
Organizaciones cristianas y musulmanas de Nigeria expresaron su rechazo a la retórica de Trump, calificándola de provocadora y peligrosa. En un comunicado conjunto, líderes religiosos pidieron que la comunidad internacional se centre en la ayuda humanitaria y en el diálogo interreligioso, en lugar de considerar acciones militares.
Implicancias internacionales
Las declaraciones de Trump han reavivado el debate sobre la política exterior de Estados Unidos en África, donde la lucha contra el terrorismo ha sido una prioridad. Sin embargo, expertos advierten que una intervención directa podría complicar aún más la dinámica local y generar nuevas tensiones en la región.