Varios especialistas explican por qué muchas personas se levantan justo antes de que suene la alarma. Desde el ritmo circadiano hasta la fase de sueño ligero, el fenómeno tiene bases neurológicas y puede ser señal de un reloj interno bien afinado.
El misterio de la alarma silente
En los últimos meses, medios como Infobae, ABC, El Confidencial, ESdiario y Tiempo de San Juan han publicado artículos que abordan la curiosa experiencia de despertarse antes de que suene la alarma. Los expertos coinciden en que no se trata de una coincidencia aleatoria, sino de procesos fisiológicos bien definidos.
¿Qué ocurre en el cerebro?
La neurofisióloga María Rodríguez (consultada por ABC) explica que justo antes de que la alerta suene, el cerebro atraviesa la fase de sueño ligero (N1 y N2). En esta etapa, la actividad cerebral aumenta y el cuerpo está más preparado para reaccionar a estímulos externos. “Cuando el organismo percibe pequeños cambios, como la luz del dormitorio o el ritmo cardíaco, puede activar de forma automática la vigilia”, añade.
Ritmo circadiano y sincronización interna
Según Andrea Paredes, médico residente en Neurofisiología Clínica (El Confidencial), la respuesta está estrechamente ligada al ritmo circadiano. Este reloj interno regula los ciclos de sueño‑vigilia y, en personas con horarios regulares, puede anticipar la hora de despertarse. “Si te levantas a la misma hora todos los días, el cuerpo aprende y, unos minutos antes de la alarma, envía señales de alerta”, afirma.
Beneficios y consideraciones
Despertarse naturalmente before the alarm se asocia a una mejor calidad del sueño y menor somnolencia diurna. Estudios preliminares indican que quienes experimentan este fenómeno tienden a sentirse más descansados y presentan mejor rendimiento cognitivo. Sin embargo, si ocurre con frecuencia y produce ansiedad, puede ser signo de estrés o de alteraciones del sueño, por lo que se recomienda consultar a un especialista.
Consejos prácticos
- Mantener horarios de sueño constantes, incluso los fines de semana.
- Crear una rutina relajante antes de acostarse para favorecer la transición a las fases profundas del sueño.
- Evitar luces intensas y pantallas al menos 30 minutos antes de dormir.
- Si la alarma sigue sonando antes de lo esperado, probar con tonos más suaves o una vibración progresiva.
En conclusión, despertarse antes de la alarma no es un simple accidente, sino una manifestación de la capacidad del organismo para sincronizarse con su propio reloj interno. Reconocer este proceso y adaptarlo a una rutina saludable puede mejorar notablemente la calidad del descanso.