El ingeniero Rodrigo Paz tomó posesión como nuevo presidente de Bolivia ante la presencia de líderes mundiales, marcando el inicio de un nuevo ciclo político y enfrentando una situación económica delicada.
Inauguración y ceremonia
En una solemne ceremonia celebrada esta semana en La Paz, Rodrigo Paz juró como presidente de Bolivia ante la mirada de autoridades internacionales, entre ellas el presidente de Argentina y el presidente de Chile. El acto contó con la participación de representantes de organismos multilaterales y de varios países latinoamericanos.
Contexto político
La asunción de Paz ocurre tras la renuncia anticipada del anterior mandatario, cuyo gobierno se vio afectado por tensiones sociales y un fuerte deterioro de la confianza popular. El nuevo presidente, de 55 años, prometió una agenda de reformas estructurales, fortalecimiento institucional y apertura económica.
Desafío económico
Según análisis de economistas locales, Bolivia se encuentra “al borde del colapso” con una inflación que supera el 70 % y reservas internacionales por debajo de los USD 2 mil millones. En su discurso, Paz señaló que “el país que recibimos está devastado” y anunció un plan de estabilización que incluye la renegociación de la deuda externa y la implementación de medidas de austeridad temporal.
Presencia de Javier Milei
El presidente argentino, Javier Milei, llegó a Bolivia para acompañar la asunción y reforzar la visión de una integración regional basada en el libre mercado. Milei participó en la ceremonia y sostuvo una breve charla con Paz, en la que subrayó la importancia de la cooperación económica entre ambos países.
Expectativas y próximos pasos
Los analistas internacionales destacan que la legitimidad del nuevo gobierno dependerá de su capacidad para estabilizar la economía y recuperar la confianza ciudadana. Se esperan negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y la presentación de un programa de ajustes estructurales en los próximos meses.