La magistrada Julieta Makintach fue citada a un jurado disciplinario tras la difusión del documental “Justicia Divina”, producido mientras presidía el proceso judicial sobre la muerte de Diego Maradona. La jueza afirmó su inocencia y reiteró su confianza en las instituciones judiciales.
Antecedentes del juicio por la muerte de Maradona
Diego Maradona falleció el 25 de noviembre de 2020, y desde entonces se han investigado las circunstancias de su muerte. En 2023 comenzó el juicio contra los implicados, entre ellos la ex‑asistente médica y el director técnico del club donde vivía el exfutbolista. La jueza Julieta Makintach, del Tribunal de Causas de Falta Grave, fue designada para presidir el proceso.
El documental “Justicia Divina”
Durante la fase de audiencia, Makintach autorizó la filmación de un material audiovisual que se transformó en el documental titulado “Justicia Divina”. El objetivo declarado era dar mayor transparencia al público, pero generó polémica al considerarse una posible violación de la reserva de las actuaciones judiciales.
El jurado disciplinario
El 2024 se abrió un procedimiento de jurado disciplinario contra la magistrada. Este tipo de proceso, previsto por la Ley de Ética Judicial, evalúa si un juez incurrió en infracciones a sus deberes, como la difusión de información reservada o la falta de imparcialidad.
Durante la audiencia, la jueza Makintach sostuvo que el documental fue realizado con la autorización del propio tribunal y que no compromete la dignidad del proceso. Declaró que confía en las instituciones y reiteró su inocencia.
Reacciones y contexto
Los colegas de la magistrada expresaron su apoyo, asegurando que la medida preventiva buscaba evitar perjuicios al caso.
La prensa nacional –TN, La Nación, Clarín, Infobae y Perfil– cubrió con detalle los intercambios de mensajes entre Makintach y otros jueces, revelados en una serie de chats que mostraban la tensión entre la necesidad de transparencia y la preservación de la confidencialidad judicial.
Implicancias para el proceso Maradona
El jurado no ha dictado sentencia definitiva; sin embargo, el caso subraya la complejidad de equilibrar la exposición pública de procesos de alto interés con el respeto a los principios de reserva y debido proceso.