El Banco Central de la República Argentina (BCRA) lanzó Open Finance, una iniciativa que permite compartir datos bancarios bajo consentimiento para que bancos y fintechs ofrezcan créditos más accesibles y con mejores condiciones. La medida busca reactivar un sector crediticio golpeado por la alta inflación y la incertidumbre económica, favoreciendo la inclusión financiera.
¿Qué es Open Finance?
Open Finance es un marco regulatorio que obliga a las entidades financieras autorizadas a ofrecer interfaces de programación (APIs) que, con el permiso del cliente, permitan el intercambio seguro de información sobre cuentas, movimientos, historial de pagos y otros datos relevantes.
Cómo funciona
El proceso se basa en tres pilares:
- Consentimiento informado: el usuario autoriza explícitamente la transmisión de sus datos a través de una pantalla digital.
- Estándares tecnológicos: las APIs siguen normas internacionales (como ISO 20022) para garantizar interoperabilidad y seguridad.
- Uso de la información: los destinatarios –bancos, fintechs y otros proveedores de servicios financieros– utilizan esos datos para crear modelos de scoring más precisos y ofrecer productos crediticios adaptados al perfil real del cliente.
Objetivos del BCRA
El Banco Central persigue tres metas fundamentales:
- Incrementar la oferta de crédito a individuos y pequeñas empresas que, tradicionalmente, han sido excluidos por la falta de historial formal.
- Mejorar las condiciones de los préstamos, reduciendo tasas de interés y costos asociados al contar con evaluaciones de riesgo más afinadas.
- Fomentar la innovación en el sector financiero, impulsando nuevos productos y servicios basados en datos reales y actualizados.
Primeros resultados y expectativas
Desde su puesta en marcha, el BCRA ha informado que la participación de bancos y fintechs supera el 80 % del mercado, y que más de 1,5 millones de usuarios han autorizado la transmisión de sus datos. Aunque los indicadores a corto plazo todavía están en fase de consolidación, los analistas coinciden en que la medida abre la puerta a una recuperación del crédito, que había registrado caídas de hasta el 30 % en los últimos dos años.
En los próximos meses, se espera la incorporación de nuevas fuentes de información –como datos de servicios públicos y telecomunicaciones–, lo que ampliará aún más la capacidad de evaluación y potenciará la inclusión financiera en todo el país.