Los analistas financieros de la City de Londres publicaron sus proyecciones para el tipo de cambio del dólar y la inflación en Argentina, señalando rangos de precios y presiones inflacionarias que podrían marcar la economía del país en los próximos meses y años.
Perspectiva del tipo de cambio para finales de 2025
Según varios analistas citados por el periódico Ámbito, el dólar oficial podría situarse entre 850 y 950 pesos al cierre de 2025, mientras que el mercado paralelo (dólar blue) podría alcanzar entre 1.200 y 1.350 pesos. Estas cifras varían según la metodología de cada experto, pero todas consideran la alta volatilidad del mercado cambiario argentino.
Variables que influyen en la cotización
Los factores clave mencionados incluyen la política monetaria del Banco Central, la disponibilidad de reservas internacionales, la evolución de la confianza del inversor externo y la negociación de la deuda externa. Además, la expectativa de un mayor ingreso de divisas por exportaciones de soja y otros commodities pesará sobre la oferta de dólares.
Expectativas de inflación para 2026
En la radio Radio Mitre, el periodista Eduardo Feinmann reprodujo las estimaciones de economistas que sitúan la inflación anual en 2026 entre 120% y 150%. Los analistas de la City coinciden en que la presión de precios se mantendrá alta debido al ajuste de tarifas, los efectos de la devaluación y la expansión del gasto público.
Impacto sobre la economía real
Una inflación de esa magnitud implicaría un aumento considerable de los costos de producción, lo que afectará a sectores como la construcción, la industria manufacturera y el consumo interno. Asimismo, los índices de salarios reales podrían quedar rezagados, profundizando la pérdida de poder adquisitivo de los hogares.
Resumen de los principales pronósticos del mercado
| Indicador | Valor estimado 2025 | Valor estimado 2026 |
|---|---|---|
| Dólar oficial (pesos) | 850‑950 | — |
| Dólar blue (pesos) | 1.200‑1.350 | — |
| Inflación anual | — | 120%‑150% |
Los expertos coinciden en que, a menos que se implementen medidas estructurales de estabilización, las tendencias actuales podrían persistir, generando un entorno macroeconómico desafiante para los próximos años.