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Rusia recurre a una flota fantasma para burlar las sanciones occidentales

Expertos internacionales revelan cómo Moscú utiliza una red de buques sin bandera, registradas en paraísos fiscales, para contrabandear petróleo, operar actividades de espionaje y sabotaje, y evadir las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea desde 2022.

Una estrategia marítima en la sombra

Los analistas de seguridad marítima confirman que Rusia ha creado una “flota fantasma” compuesta por cientos de buques mercantes que operan bajo banderas de conveniencia, principalmente de Panamá, Liberia y las Islas Marshall. Estos barcos, a menudo con documentación incompleta o falsificada, permiten el traslado de petróleo y otros recursos críticos sin ser detectados por los sistemas de monitoreo de sanciones.

Contrabando de petróleo y recursos estratégicos

Desde 2022, la flota ha sido responsable de mover decenas de millones de barriles de crudo russo a destinos en Asia, Oriente Medio y África, evadiendo los controles de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) y la Comisión Europea. La falta de identificación clara de los buques dificulta la aplicación de embargos y permite a Moscú mantener ingresos vitales para su economía.

Espionaje y sabotaje en alta mar

Más allá del contrabando, fuentes de inteligencia señalan que algunos navíos de la flota fantasma sirven como plataformas de espionaje electrónico. Equipados con equipos de intercepción de comunicaciones y ciberataques, estos buques recopilan datos de redes de telecomunicaciones y sistemas de navegación de otros países. En varios incidentes reportados entre 2023 y 2024, se detectaron intentos de sabotaje a cables submarinos de fibra óptica en el Mar Báltico y el Mar Negro, actos atribuidos a agentes vinculados a la flota.

¿Cómo funciona la evasión?

La técnica se basa en la “sub-registración”: los buques cambian de bandera cada pocas semanas y utilizan empresas pantalla para ocultar la verdadera propiedad. Además, se emplean rutas de navegación complejas, con escalas inusuales en puertos de terceros, para difuminar la pista del origen del cargamento.

Repercusiones internacionales

La comunidad internacional ha intensificado sus esfuerzos de rastreo mediante satélites y la colaboración de la Organización Marítima Internacional (IMO). Sin embargo, la naturaleza descentralizada de la flota fantasma dificulta la imposición de medidas coercitivas efectivas.

Perspectivas a futuro

Los expertos advierten que, mientras persista la presión económica sobre Moscú, la flota fantasma seguirá ampliándose, incorporando tecnologías más sofisticadas de camuflaje y ciberseguridad. La detección y el bloqueo de estas operaciones requerirán una coordinación multilateral más estrecha y el desarrollo de herramientas de vigilancia marítima basadas en inteligencia artificial.